El principal factor de riesgo para desarrollar esta patología es la edad, porque quienes la padecen sufren alteraciones a nivel molecular y celular, lo que produce cambios en el cerebro que terminan con la muerte de neuronas relacionadas con la memoria. Este padecimiento también puede iniciar en la edad adulta, por factores como la herencia genética, diabetes, obesidad, hipertensión arterial, depresión, aislamiento social, sedentarismo, problemas para dormir, consumo de alcohol y tabaco.