“(Las pruebas) las recoge a destiempo, es decir, si (son) las de abril, las tienen hasta mayo, entonces los pequeños van atrasados. De hecho, ahorita estamos trabajando lo de marzo. Cuando comenzaron las clases virtuales, la maestra se vio en la necesidad de tomar material de la escuela como hojas blancas o tinta para imprimir, porque nos dijo que ya no tenía material para los 12 niños que había, y además eran siete u ocho hojas por semana para cada niño”, comentó María Yadira Hinojosa, de 22 años de edad, y quien es madre de Daniela, de ocho años de edad.