eSports y crecimiento económico: una oportunidad para México

La tecnología, sin duda, es uno de los pilares del crecimiento económico de las naciones. Pero también lo es el ocio, por supuesto. Pocos pueden poner en cuestión el efecto, por ejemplo, del turismo en la economía de un país. Si unimos ocio y tecnología, tenemos ante nosotros uno de los fenómenos más relevantes de la era actual: el ocio digital. Y su impacto en variables como los ingresos, el crecimiento empresarial o la creación de puestos de trabajo es innegable. Encontramos muchas áreas dentro de este tipo de ocio digitalizado, como las redes sociales, el consumo de contenido audiovisual o los videojuegos. Pero también la versión retransmitida y competitiva de éstos últimos. Nos referimos a los eSports.

Los deportes electrónicos, y también su seguimiento, se han desarrollado de manera espectacular en los últimos 15 años. La organización de estos eventos está creciendo a nivel internacional. Latinoamérica, como región estratégica, cada vez acoge más torneos de prestigio mundial, con el consiguiente reflejo a nivel de audiencias y en otras variables, como el tráfico en los portales de pronósticos o en las redes sociales. Este fenómeno crea un efecto de “caja de resonancia”, es decir, a mayor número de acontecimientos de eSports, más presencia y más publicidad, lo que hace que, a su vez, se organicen todavía más competencias.

Público estimado

Todo esto nos deja unas cifras verdaderamente sorprendentes: estamos ante un público estimado en más de 500 millones de espectadores al año a nivel mundial (y creciendo). Y unos ingresos que ya casi superan los 1.000 millones de dólares anuales. Acoger, por parte de un país, este tipo de torneos implica una serie de oportunidades a diversos niveles. Además de los citados ingresos y la necesidad de contratar profesionales, también beneficia al turismo y la actualización y creación de infraestructuras tecnológicas, además de potenciar la formación. El hecho de promover la digitalización y construcción de nuevas estructuras de redes tiene ventajas transversales, ya que acaba siendo beneficioso para las industrias de todos los sectores productivos.

Lo mismo ocurre con la formación. La educación orientada a las nuevas tecnologías es imprescindible para el tejido empresarial en conjunto. Si bien los eSports requieren de conocimientos específicos del sector, como el diseño de videojuegos, también son necesarias otras áreas, como el marketing digital, los Project Managers, la programación y otros tantos objetos de formación que son aplicables a diversos mercados. Eso sin contar los trabajos indirectos relacionados con estas tecnologías, como los abogados o economistas especializados en el entorno digital o de la propiedad intelectual.

Empresas externas

Por otra parte, estos eventos requieren de empresas y profesionales externos para su funcionamiento, como los montadores de stands, cartelería, catering, atención sanitaria, seguridad y un largo etcétera, lo que dinamiza la actividad económica allí donde se organizan estos campeonatos. El alojamiento, por supuesto, también tiene su cuota de ocupación, gracias al hospedaje de todo el equipo que acude para la competencia. Lo mismo ocurre con la gastronomía de lugar y las atracciones turísticas, así como el ocio nocturno. De hecho, gracias al seguimiento internacional de estos acontecimientos, la imagen del país o la zona donde se organizan alcanza repercusión a nivel mundial, promocionando su cultura y su presencia.

Estos eventos, además, permiten la publicidad de empresas locales y nacionales, lo que representa un escaparate publicitario de excepción. Especialmente, porque los seguidores de los eSports son un perfil muy particular e interesante para muchos negocios: van ganando poder adquisitivo, pueden ser muy fieles a determinadas marcas y tienen difícil acceso por otras vías, por lo que anunciarse en el marco de estas competiciones puede reportarles muchas ventajas, además de asociar su marca a aspectos como la tecnología, la innovación o la modernidad.

En definitiva, los deportes electrónicos y su enorme seguimiento, con un potencial crecimiento sostenido, según muestran diversos indicadores, puede resultar una oportunidad demasiado interesante para la economía nacional como para ignorarlos. El reto pasa por facilitar sus eventos en la región. Para ello, es necesario disponer de unas infraestructuras avanzadas, pero esta inversión puede amortizarse en un periodo de tiempo relativamente corto, gracias a su uso transversal. Por otra parte, es necesaria una apuesta decidida por la formación a nivel profesional en varias áreas, de forma que se puedan ofrecer servicios a nivel local para todo lo que estos eventos requieran para su actividad.