En 1890 Saphi fue sacada del país por el hijo de un diplomático estadounidense. Aunque no está claro qué ocurrió después de eso, se sabe que la momia finalmente fue donada a la Universidad Estatal de Michigan (UEM), la cual, gracias a una mediación entre el gobierno estadounidense y la embajada boliviana en ese país, logró su regreso a la nación andina. Desde esa universidad la llamaban Ñusta, “princesa” en quechua.