Presenta Juan Antonio Isla nuevo libro

Magdiel Torres

Con el libro ‘Conversaciones en la mesa siete’ Juan Antonio Isla está de regreso en la escena literaria. No hace mucho tiempo presentó su novela ‘Las pasiones de Zulema. Entre el cielo y la tierra’. Ahora ha cambiado a un género que también domina: el relato. Sobre esta nueva obra y los procesos de creación charló el autor para este medio.

¿Cómo surge la idea de este libro de relatos y cuánto tiempo le llevó escribirlo? 

La idea surge de un proyecto con un amigo que vivía en el extranjero y con quien intercambiábamos textos y noticias. Convenimos un proyecto de hacer un cuento al alimón sobre un personaje real que ambos conocíamos. Avanzamos permutando párrafos, puliendo y él estaba muy feliz con la idea. Terminamos ese texto y de pronto por alguna razón decidió no continuar, pero me gustó la idea de que las circunstancias y personajes sucedieran en un café. Así que decidí continuar por mi parte. Estábamos a la mitad de la pandemia. Había qué ocuparnos en algo.

Cuéntenos un poco sobre el espacio de la narración, esta idea de invocar un espacio público como un café, pero también personal en el sentido en que los comensales pueden conjurar sus temas y preocupaciones sin ser molestados por otros ¿Por qué pensó en este espacio para la narración? 

El personaje que se llama Israel y que forma parte del libro es en la realidad un cliente frecuente del café. Por el café/restaurant deambulan toda clase de personas y se producen toda clase de diálogos. El nombre del libro lo acordamos con mi amigo.

Como dice la contraportada: “El Café es el ombligo del mundo en donde deambulan personajes y situaciones que van desde lo más sencillo y natural, hasta hechos inconcebibles y grotescos, que parecerían surgidos de una imaginación poderosa.

Son las voces de los habitantes de una ciudad que parece suspenderse en el pasado; son las conversaciones que se dan en una mesa del Café favorito de políticos, poetas insolentes, tímidos amantes, cirqueros,  espiritistas y taumaturgos”.

No hace mucho escribió una novela y ahora está nuevamente en el mercado con este libro de relatos ¿A qué cree que se debe esta tendencia prolífica de producción?

He escrito cuatro novelas y con éste tres libros de cuentos.  Me he apresurado un poco. Como si se fuera a acabar el  mundo o me fuera acabar yo. La novela es un género complejo. Requiere de una estructura diseñada desde un principio. Siempre he comparado una novela con un árbol. Del tronco y sus raíces van surgiendo brazos, historias que se enlazan bajo un hilo conductor, con una lógica y una armonía evidente. No soy partidario de las novelas con discursos caóticos. Prefiero la novela tradicional. La narrativa clásica por así decirlo. A partir de la visión de Robbe- Grillet en donde la trama está subordinada a los detalles del mundo. Mis dos modelos serían Joyce y Kafka que no son novelistas convencionales.

En cambio, el relato es más sencillo. Un personaje y una anécdota en su rededor. Una descripción si se necesita y diálogos si los hay. Es todo.

¿Cómo combina sus proyectos escriturales para pasar de géneros como la novela al relato? 

La novela exige planeación y largo aliento. El relato es un hecho, un personaje, un diálogo. Tiene una estructura más sencilla. El lector se identifica de inmediato o no con lo que se cuenta. En la novela es más difícil sostener la atención del lector.

¿Se ha planteado explorar otros géneros que no haya trabajado antes? 

Empecé escribiendo teatro. Por ahí debo tener algunos escritos que se quedaron inacabados. Como la poesía, la dramaturgia es un género muy respetable y tiene que ser buena o muy buena,  si no uno queda expuesto. No hay lectores tontos ni espectadores conformistas. Siempre quieren una sorpresa, un conejo saliendo de la chistera o una metáfora que se quede bien grabada, que emocione, que rompa la rutina.

Cuéntenos un poco sobre su disciplina creativa ¿Cómo hace para que un nuevo proyecto no le impida trabajar o terminar alguno que ya esté trabajando? 

Trato de escribir unas dos o tres cuartillas diariamente. Cuando estoy activo y productivo. Hay días que no. Debo resolver otras cuestiones como la salud y cosas de esas.

Finalmente, ¿cómo será la presentación de este miércoles con qué podrá encontrarse el lector?

No será una presentación formal. Dos amigas, Pat Muñoz y Carmen Ibañez, que saben leer muy bien van a leer un cuento cada una y por ahí habrá alguna lectora emergente. El programa lo vamos a intercalar con música de diversos géneros. Con amigos como Nacho Guizar, Mónica Zárate y Carlos Campos. Cerrarán el programa Jesusa y Prudencio. Todos ellos amigos talentosos.

La invitación es para éste miércoles 5 de octubre desde las 6 pm en la Vieja Estación de Ferrocarril.

MT