El día de hoy toma posesión como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos el señor licenciado Andrés Manuel López Obrador, quien en las pasadas elecciones del mes de julio obtuvo el triunfo de manera contundente en uno de los procesos electorales más participativos de los últimos años, en un proceso donde la constante fue la participación de la ciudadanía en la búsqueda de un cambio.
Muchos mexicanos tienen puestas sus esperanzas en el nuevo gobierno de la república que hoy da comienzo, muchos piensan que los cambios se tienen que dar en este momento en donde la nación se encuentra sumergida en problemas de seguridad, de narcotráfico, de corrupción. Sin duda nos encontramos ante una situación muy compleja para los mexicanos y que son retos que se tienen que enfrentar de manera directa por el nuevo titular del poder ejecutivo federal.
A lo largo de la historia hemos visto como muchas de las promesas de campaña no se han cumplido, como los mexicanos nos hemos quedado con la esperanza de un cambio y de una vida mejor, sin embargo la realidad es otra; ahora con este nuevo gobierno se tiene la esperanza de un cambio real. Sin embargo yo insisto, tal y como lo he hecho en otras ocasiones, el cambio que se requiere es el de los ciudadanos y ciudadanas que vivimos en México. Si la sociedad no cambia, si los mexicanos no participamos más en lo que tenemos que estar participando, si no somos vigilantes de la actuación de nuestras autoridades, si no somos propositivos, si no tenemos comunicación con las autoridades, si no dejamos al lado las prácticas de corrupción y de malos tratos, si no construimos juntos un verdadero país, por más que cambien los presidentes de la república, las cosas permanecerán de una manera similar a lo que hemos vivido.
Vale la pena recordar las palabras del Papa Francisco en su visita a México, mencionadas en el Palacio Nacional y que vienen bien para este momento de la historia de la nación: “Esto no es sólo un asunto de leyes que requieran de actualizaciones y mejoras —siempre necesarias—, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro, como corresponsable en la causa común de promover el desarrollo nacional. Es una tarea que involucra a todo el pueblo mexicano en las distintas instancias, tanto públicas como privadas, tanto colectivas como individuales.”
Es la hora de México, hagamos de nuestro país un mejor espacio para nosotros y para las futuras generaciones. Hagamos de México una verdadera Patria para todos.