El próximo día 30 de abril en nuestro país se celebra el día del niño, una de las celebraciones más populares dentro de la población que conlleva dos aspectos importantes: uno el momento sincero, tierno y de emoción de los pequeños y pequeñas que disfrutan o que disfrutamos al por mayor este día. Y el otro momento es el que, a los que estamos un poco más grandecitos, nos obliga a tener presente que es la reflexión en torno a los niños y niñas, nuestro cuidado, nuestra protección, nuestro apoyo, nuestro cariño y sobretodo el pensar que sociedad les vamos a dejar para su desarrollo y para su crecimiento en un ambiente adecuado y correcto.
Derivado de esta celebración, creo que todos recordamos nuestra infancia: las travesuras, las aventuras con los amigos, los juegos, los regaños, los regalos, los momentos de lágrimas y los momentos de emoción. Sin embargo esto ha cambiado a lo largo de los años. Todavía recordamos como nuestra generación salía a jugar a la calle con el cuidado de que no rompieras los vidrios de los vecinos o de los coches estacionados; o como de pequeños íbamos a la tienda de la esquina completamente solos, corriendo y con el dinero en la mano, y eso que apenas teníamos como unos 5 o 6 años de edad. También como en el colegio tomábamos agua de la llave sin ningún problema y como no nos enfermábamos, o como en las tardes veíamos un capítulo de “Don Gato y su Pandilla” y teníamos que esperar una semana para ver el siguiente capítulo.
Recordamos también como el día del niño, nuestros padres, principalmente nuestras mamás, se organizaban en las escuelas para hacernos un pequeño festival y luego una tremenda comida que muchas veces consistía en tortas hechas por las mamás, un refresco o jugo y muchos pero muchos dulces; y éramos felices.
Hoy las circunstancias de la sociedad han cambiado; a veces pienso que hemos hecho que nuestros niños actúen como nosotros, no los dejamos un poco en libertad, pensamos que dándoles un celular o una computadora es suficiente para su desarrollo, a veces es más fácil no escucharlos y ordénales lo que pensamos, pero sobretodo los hacemos a la forma que nosotros queremos y como queremos, es decir los hacemos una copia, sin pensar que los niños reciben todo lo bueno y lo malo de nosotros y es como se desarrollan en la vida.
Creo que este día del niño, tenemos que tener en consideración que las niñas y los niños, son el presente de nuestra sociedad, son quienes con su inocencia nos ayudan a hacer grandes cosas y a buscar que ellos tengan una vida mejor, nuestro compromiso es comprenderlos, quererlos, brindarles los medios correspondientes para su desarrollo y sobretodo acompañarlos en su crecimiento y en sus necesidades.
Busquemos que nuestros niños tengan un digno modelo con nuestro comportamiento y nuestro desarrollo como personas; busquemos darles un verdadero ejemplo y sobretodo busquemos crecer como ellos crecen, en la inocencia, en la no existencia de los temores y en buscar hacer las cosas siempre con un verdadero sentido, como nuestros niños lo hacen. ¡Feliz día del Niño!