David Treviño, con la mirada en la siguiente patada

“Pioneros ya despertó; el partido más importante es el de mañana y estamos listos para ganar”

Carlos Gutiérrez

Pioneros está en semifinales, y para llegar a esta instancia aprendió a trabajar en equipo, entrenar fuerte y conocerse entre ellos.

Así explica David Treviño, pateador del equipo, el momento que vive el conjunto queretano: “Fue un inicio complicado, pero ahora ya estamos despertando y estamos listos para afrontar el partido de mañana y demostrar lo que Pioneros es”.

Treviño, como todos lo conocen, tuvo un gran juego el domingo pasado, sin errores y con grandes aciertos que contribuyeron a la victoria que hoy tiene al equipo en la antesala de una final.

Sobre su pierna

La posición de pateador es fundamental para cualquier equipo y, al mismo tiempo, representa estar solo mucho tiempo, cuando está en la banca y al entrar en el campo también. En su pierna está, muchas veces, la responsabilidad de definir un juego.

“Ser pateador es una posición poco comprendida en México, y en la que los ojos de la tribuna se fija durante breves instantes. En otras posiciones, cuando hay errores pueden no ser tan notorios; pero en esta, un error puede significar mucho, pues entras al campo pocas veces”.

“La gente quizá se enfoque solamente en mi patada, pero para que yo logre hacer mi trabajo, dependo del resto de mis compañeros que en ese momento están en el campo”, aclaró.

Multifacético

A punto de titularse como ingeniero agrónomo, David tiene ya la idea de emprender su propio negocio, el cual le gustaría poder empatar con este deporte por muchos años más.

Desde niño fue muy deportista, pues jugó desde futbol, básquetbol e incluso lanzamiento de jabalina. Asimismo, sabe tocar el piano y el violín (donde llegó a ser jefe de la compañía de la amerata en Querétaro). Y aunque no se pierde un domingo de NFL, Treviño se declara más seguidor de la NCAA, de equipos como Clemson o Alabama.

Originario de Nuevo León y aficionado a Rayados de Monterrey, Treviño agradece a su mamá, a su papá, a su novia, Damaris Garza, y a su amigo y compañero de equipo en Pioneros Charly Hernández, por estar con él en este andar del futbol americano.

El joven de 23 años no piensa en la final de FAM, solo está concentrado en el partido de mañana ante Titanes de la Ciudad de México. Sabe que el apoyo de la gente es impresionante y existe una relación única entre ‘fans’ y Pioneros: “La gente se enamoró del equipo y nosotros de ellos también; la porra queretana no tiene comparación”, agregó el número 4.