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¡Por fin ganó Gallos!… sin estadio, ni afición

Washington Aguerre atajó uno de los dos penales que le sancionaron a los Gallos. Foto: Club Querétaro
Washington Aguerre atajó uno de los dos penales que le sancionaron a los Gallos. Foto: Club Querétaro

El Club Querétaro se llevó los tres puntos tras vencer al Atlético San Luis por 2 goles a 1. El portero del Querétaro, Washington Aguerre, se convirtió en el héroe del encuentro al atajar uno de los dos penales que le sancionaron a los Gallos. El primero se originó al minuto 13, en una descolgada … Leer más

El Club Querétaro se llevó los tres puntos tras vencer al Atlético San Luis por 2 goles a 1.

El portero del Querétaro, Washington Aguerre, se convirtió en el héroe del encuentro al atajar uno de los dos penales que le sancionaron a los Gallos. El primero se originó al minuto 13, en una descolgada del San Luis que fue interrumpida por una falta de Enzo Martínez en contra de Abel Hernández. El penal fue cobrado por Rubens Sambueza, pero fue atajado por el arquero uruguayo, quien se estiró sobre su perfil derecho para alcanzar el esférico.

Fue hasta el minuto 59 que llegó el gol; nuevamente con la oportunidad por la vía penal pero ahora a favor de Gallos, Ángel Sepúlveda puso al frente a los plumíferos en el marcador.

Diez minutos después, otra infracción cedió al San Luis el tercer penal sancionado en el partido y la segunda oportunidad para los franjas rojas; el encargado de convertir fue Unai Bilbao, quien empató el encuentro.

Con un hombre menos tras la expulsión de Ramón Juárez, Gallos se consolidó en el ataque y al 75’ Pablo Barrera hizo gala de experiencia al colocar un centro al segundo poste que se encontró con el remate de cabeza de Leonardo Sequeira; así llegó el segundo gol del Querétaro.

El clásico regional entre el Club Querétaro y el Atlético de San Luis se jugó en el Estadio Morelos, excasa de los Monarcas Morelia, tras la sanción que recibió el Estadio La Corregidora por los hechos violentos del 5 de marzo. El encuentro se desarrolló a puerta cerrada, sin afición, salvo la presencia de 22 espectadores vestidos de blanco para representar el llamado ‘Grito por la paz’.

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