Instituciones de educación superior consolidan red académica
El enfoque de la alianza va dirigido a tres líneas de resolución: futuro de los alimentos, medio ambiente y manufactura sostenible.
En el marco de la Cumbre Global de la Innovación, que se llevó a cabo en las modernas instalaciones del Bloque, Querétaro fue testigo del lanzamiento del consorcio de investigación Tec de Monterrey-UAQ-UNAM, una alianza estratégica entre el Tecnológico de Monterrey campus Querétaro, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES-UNAM) unidad Juriquilla y el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq). Este esfuerzo busca consolidar una red académica y científica de vanguardia, estableciendo un puente efectivo entre el sector académico y la industria.
La presentación corrió a cargo del maestro Pascual Alcocer Alcocer, director general del Tecnológico de Monterrey campus Querétaro; la doctora Silvia Amaya Llano, rectora de la UAQ; el doctor Raúl Gerardo Paredes, director de la ENES–UNAM Juriquilla; y el doctor Enrique Rabell García, director general de Concyteq.
Compromiso con el desarrollo regional
La creación del consorcio responde a la necesidad de enfrentar los retos actuales desde una perspectiva colaborativa. De acuerdo con la doctora Silvia Amaya, este esfuerzo permitirá “trabajar en proyectos que resuelvan necesidades y retos actuales con un enfoque de compromiso social y atención a las demandas de la ciudadanía”.
El doctor Raúl Paredes destacó que el consorcio priorizará temas como sustentabilidad, industria y cambio climático. En este sentido, enfatizó la importancia de compartir recursos y esfuerzos entre las instituciones, ya que esto permitirá lograr resultados más efectivos y sostenibles. Además, subrayó que la colaboración interinstitucional será clave para enfrentar los retos globales que presenta el cambio climático y promover un desarrollo industrial más responsable.
Primer paso: Innovación agroalimentaria
Durante la presentación, el maestro Pascual Alcocer anunció que la primera convocatoria del consorcio se enfocará en sostenibilidad agropecuaria. Este proyecto abarcará dos líneas de trabajo: producción sostenible e innovación en agricultura de precisión y economía circular. Indicó que la colaboración público-privada será clave para maximizar el impacto de las investigaciones y promover el desarrollo tecnológico en Querétaro.
Por su parte, el doctor Enrique Rabell subrayó la relevancia de esta iniciativa para fortalecer la vinculación entre instituciones educativas y la industria: “Este esfuerzo aumentará la vinculación y potenciará el trabajo, impulsando el desarrollo y la tecnología en Querétaro”.
Investigación aplicada
El consorcio Tec de Monterrey–UAQ–UNAM no solo busca resolver problemáticas locales, sino también posicionar a Querétaro como un referente en innovación y desarrollo sostenible. Este modelo de operación se sustenta en la colaboración interdisciplinaria y la sinergia entre la academia y el sector productivo, generando soluciones de alto impacto para la región.
Con esta alianza, se refuerza el compromiso de las instituciones con la investigación aplicada, la vinculación efectiva y el desarrollo tecnológico en beneficio de la sociedad. Querétaro se posiciona como un epicentro de innovación, destacándose en los ámbitos académico, científico e industrial.
Mirada hacia el futuro
La vinculación universitaria, como se destacó en el evento, trasciende el intercambio de conocimientos y, de hecho, se presenta como un catalizador fundamental para la innovación. Al conectar a las instituciones educativas con las demandas del mundo, esta vinculación aporta soluciones transformadoras a través de la investigación de vanguardia.
En este contexto, el consorcio Tec de Monterrey-UAQ-UNAM representa un paso significativo hacia el fortalecimiento de Querétaro como un estado líder en investigación y desarrollo. De manera más específica, su enfoque en la sostenibilidad, la colaboración interdisciplinaria y el compromiso con la comunidad no solo promete un impacto positivo duradero en la región, sino que también tiene el potencial de trascender más allá de ella, beneficiando a otros sectores y comunidades.
