Guerra Urbiola también hizo hincapié en que la inteligencia artificial no debe considerarse como un reemplazo para los jueces, sino como un complemento que puede facilitar su trabajo. Explicó que, al automatizar ciertas tareas y proporcionar análisis de datos, estas herramientas pueden liberarlos de cargas administrativas, que permite concentrarse en la toma de decisiones más complejas.