Maternidad y trabajo: la difícil situación en México

Juan Carlos Machorro

En México, la precariedad laboral ha aumentado en todos los sectores de la población; sin embargo, las mujeres —especialmente las madres— tienen mayores dificultades para acceder a un trabajo remunerado, ya que tradicionalmente se han hecho cargo del cuidado de los hijos y combinar la vida personal con la laboral resulta complicado.

De acuerdo con el ‘ranking’ ‘Mejores empresas para madres trabajadoras’, elaborado por la aplicación para mujeres ‘Mamá Godín’ (que implicó a 960 empresas) señala que 334 organizaciones tienen directivas mujeres, es decir, el 36 por ciento; de ellas, solo el 13 por ciento son madres, en contraste con el 64 por ciento ocupado por hombres, de los cuales el 27 por ciento son padres.

Datos del Inegi indican que el 33.4 por ciento de las madres trabajadoras laboran en el sector informal y no cuentan con acceso a servicios de salud como prestación laboral. Además de las desigualdades como la brecha salarial y el techo de cristal, las madres trabajadoras enfrentan estigmas sociales que limitan su desarrollo profesional y personal.

Entre los problemas que afrontan está el hecho de que muchas empresas no les otorgan permiso por maternidad ni son flexibles durante el embarazo y la lactancia. Entre enero de 2011 y marzo de 2020, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) recibió 723 reportes de mujeres que fueron despedidas porque sus empleadores se enteraron de que iban a ser mamás, a pesar de que esto es ilegal.

La mayoría de ellas considera que no son empáticos en sus trabajos y prefieren laborar  en lugares donde pueden hacer trabajo remoto desde casa u optan por un trabajo informal para tener mayor tiempo para dedicar al hogar y a la crianza de los hijos.

Históricamente, las mujeres son las principales encargadas del hogar, lo que hace que se les dificulte combinar la maternidad y las labores domésticas con un trabajo estable. Dedican en promedio 4.1 horas al día al trabajo doméstico y de cuidado de los hijos, en contraste con las 1.7 horas al día de los hombres, de acuerdo con el reporte ‘Covid- 19 y la economía de los cuidados’, elaborado por ONU Mujeres. Además de cumplir una jornada laboral fuera de casa, las mujeres cumplen con otra dentro del hogar.

En América Latina y el Caribe existen iniciativas para alcanzar una mayor corresponsabilidad en el hogar, muchas vinculadas al desarrollo temprano y a la legislación en responsabilidad paterna. Algunos enfoques se centran en promocionar nuevos modelos de paternidad, así como educar a la infancia para que comparta responsabilidades.

En 2020 se identificaron a 36.7 millones de mexicanas de 15 años o más que tienen al menos un hijo; de ellas, 11 millones no tiene cónyuge.Del total de madres que no declaran tener un cónyuge, el 66.9 por ciento estuvo unida alguna vez y se divorció; mientras que el 33.1 por ciento se declara como soltera.

De la población económicamente activa, 5.9 millones son madres sin pareja, de las cuales el 43 por ciento son solteras y 57 por ciento estuvieron alguna vez unidas. Las madres sin cónyuge que son jefas de hogar y están ocupadas son 3.4 millones, de acuerdo con Inmujeres.