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‘Los mexicanos no tienen consciencia sobre la donación’

Juan Carlos Machorro   Más de 23 mil personas en México esperan un trasplante de órganos o tejido para mejorar su calidad de vida o para evitar la muerte; la opinión mayoritaria (76 por ciento) estima que en México no existe consciencia sobre la importancia que tiene esta práctica y que la población no es … Leer más

Juan Carlos Machorro

 

Más de 23 mil personas en México esperan un trasplante de órganos o tejido para mejorar su calidad de vida o para evitar la muerte; la opinión mayoritaria (76 por ciento) estima que en México no existe consciencia sobre la importancia que tiene esta práctica y que la población no es solidaria (71 por ciento), para ser donador de órganos al fallecer.

Lo anterior de acuerdo con el estudio ‘Opiniones y conductas en torno a la donación de sangre y órganos en México’, realizado por el Centro de Opinión Pública de la Universidad Tecnológica de México.

Sobre los deseos de ser donador o no, las autoridades de salud recomiendan a las personas que toman esta decisión hablar con su familia para manifestar esta voluntad; en este punto, 41 por ciento nunca ha platicado con sus familiares sobre este tema, 29 por ciento lo ha hecho de manera superficial y 30 por ciento ‘ha platicado seriamente su decisión’.

Dicho estudio preguntó “¿Alguna vez nos hemos planteado si queremos donar nuestros órganos al morir?”, y el 83 por ciento de los participantes indicó que sí, mientras que 17 por ciento nunca lo había pensado.

Al cuestionamiento “¿Qué tan dispuestos estamos a ceder nuestros órganos a otro ser humano?”, 72 por ciento dice que lo estaría, 7 por ciento afirma que no y 21 por ciento aún no lo sabe.

Entre las razones de aquellos que no están dispuestos a donar sus órganos al morir, se hallan la corrupción en el sistema de salud (33 por ciento), que su estado de salud no es bueno (20 por ciento) y principios religiosos (19 por ciento).

Respecto a la opción de donar en vida, el porcentaje que no lo haría es de 7 por ciento, el mismo porcentaje de quienes donarían al morir, pero quienes estarían dispuestos a ceder un órgano, alcanza un 6 por ciento.

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