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Día de muertos: Así reactiva la economía esta festividad

Día de Muertos es una fiesta que el 91% de los entrevistados en México afirmó tener la costumbre de festejar según una encuesta que realizó Statista Research Department desde octubre de 2019 a marzo de 2020. El Día de Muertos se celebra los días 1 y 2 de noviembre, en donde se colocan ofrendas para recordar a los seres … Leer más

Día de Muertos es una fiesta que el 91% de los entrevistados en México afirmó tener la costumbre de festejar según una encuesta que realizó Statista Research Department desde octubre de 2019 a marzo de 2020. El Día de Muertos se celebra los días 1 y 2 de noviembre, en donde se colocan ofrendas para recordar a los seres queridos.

El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas considera que la ofrenda es compartir con los difuntos el pan, la sal, las frutas, los manjares culinarios, el agua y, si son adultos, el vino. “Ofrendar es estar cerca de nuestros muertos para dialogar con su recuerdo, con su vida.

La ofrenda es el reencuentro con un ritual que convoca a la memoria”. La ofrenda es una mezcla cultural donde los europeos pusieron algunas flores, ceras, velas y veladoras; los indígenas le agregaron el sahumerio con su copal y la comida y la flor de cempasúchil (Zempoalxóchitl).

La economía en los mercados, supermercados y pequeñas empresas se reactivan con esta tradición mexicana declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2008. Incluso, la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco) de la Ciudad de México estimó una derrama económica por 4,213 millones de pesos para este 2021.

Uno de los elementos más representativos del Día de Muertos es la flor de cempasúchil (originaria de México, viene de la palabra náhuatl Cempoalxóchitl y significa flor de veinte pétalos). Este año se produjeron más de 3.5 millones de plantas de cempasúchil en las alcaldías Xochimilco y Tláhuac, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México espera una derrama económica de 152 millones de pesos.

Otro elemento es el pan de muerto, un tipo de pan dulce tradicional de México, es uno de los alimentos más demandados durante las fechas cercanas al Día de Muertos. Según la encuesta Statista Research Department el 93.7% de los entrevistados afirmaron consumir pan de muerto y 6.3% de los mexicanos encuestados declararon no seguir dicha tradición.

El pan de muerto reactiva la economía de pequeñas y grandes panaderías, la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) estima que las ventas repunten al menos un 15 por ciento.

Asimismo, el pan de muerto genera actividad para los productores de trigo, azúcar, huevos, mantequilla, vainilla, levadura, flor de azahar, y otros ingredientes que ahora son colocados en el pan de muerto, como chocolate, cremas, mermeladas.

Las velas religiosas o cirios, denominadas comúnmente veladoras en México, son los artículos más usados para decorar el altar de muertos. Según Statista Research Department un 79% de los entrevistados dijo incluir este tipo de velas dentro de las ofrendas de Día de Muertos.

El Día de Muertos también cuenta con un puente vacacional, donde la gente aprovecha ese espacio para ir a las festividades en diversos Pueblos Mágicos, altares monumentales en Huaquechula y Tochimilco, senderos con enormes catrinas y presentaciones musicales en Atlixco en el estado de Puebla. O visitar Papantla en Veracruz, “El peregrinar de las almas”, o el Xantolo, la celebración de Día de Muertos en la Huasteca Potosina.

Los Pueblos Mágicos, los hoteles, los restaurantes, los transportes, buscan la reactivación de las ventas con el Día de Muertos, para muchos de ellos se considera el oxígeno para sus comunidades desde que inició la pandemia por la COVID-19.

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