Existían presiones para rechazar compra de la refinería de Deer Park

Ray Méndez

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que todavía hasta días antes de que el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS) autorizara a Pemex la compra de la refinería de Deer Park a la empresa Shell, había presiones desde México y Estados Unidos para que esta adquisición fuera rechazada.

Durante la conferencia de prensa matutina, el mandatario dijo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público revisará qué conviene con respecto a la deuda que tiene la refinería.

“Si esa deuda que contrajo a intereses bajos y nosotros tenemos que pagar otro tipo de deuda a intereses más altos, pues yo pienso que Hacienda optaría por pagar la deuda en los tiempos que se contrajo”, dijo.

Sobre este punto el Jefe del Ejecutivo aclaró, “depende del convenio de los acuerdos que se tengan”, y precisó que en enero de 2022 “se liquida completamente” la compra. “Ya en enero se cierra la operación”, resaltó.

El noble oficio de la política exige autenticidad y definiciones. Conferencia de prensa matutina, desde Palacio Nacional https://t.co/XLF6qRU8IE

— Andrés Manuel (@lopezobrador_) December 27, 2021

Cuando se hizo la oferta de compra-venta, dijo, quedó pendiente el permiso del CFIUS, el cual se tenía previsto se diera a más tardar en enero de 2022, pero el 22 de diciembre, el mandatario anunció que el Comité había autorizado la adquisición.

“Lo que nos interesaba esa refinería. si ellos (Shell) aceptaban venderla, nosotros la comprábamos. afortunadamente aceptaron y nosotros tenemos que agradecer eso a Shell porque ha cumplido con todos los compromisos que se han hecho a lo largo de esta operación”, remarcó.

El presidente López Obrador dijo que en el proceso desde la oferta hasta que el CFIUS aprobara la compra, hubo “algunas protestas soterradas, no muy claras, para que Estados Unidos no nos otorgara el permiso, esa es la verdad, incluso hasta en los últimos días leí que una tintorería presentó una denuncia (…) ¡Una tintorería! Pero desde luego había intereses de allá y de aquí, es cosa nada más de ver la prensa de México de cómo se frotaban las manos para que no nos dieran la autorización”.

El mandatario destacó la buena relación entre los gobiernos de México y de Estados Unidos y que por ello “se emitió el fallo, la autorización”, a pesar de que fue “a destiempo. No fue en los términos originales; se tuvo que ampliar el plazo”.