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Respira el populismo en medio de la derrota de Donald Trump

Respira el populismo en medio de la derrota de Donald Trump
Respira el populismo en medio de la derrota de Donald Trump

Los partidarios del movimiento han politizado la respuesta de salud pública contra el virus Mark Landler y Melissa Eddy / The New York Times Aunque el triunfo de Joe Biden ante Donald Trump es un golpe punzante para los aliados populistas del aún presidente estadounidense, las consecuencias para la ideología, como un movimiento político global, … Leer más

Los partidarios del movimiento han politizado la respuesta de salud pública contra el virus

Mark Landler y Melissa Eddy / The New York Times

Aunque el triunfo de Joe Biden ante Donald Trump es un golpe punzante para los aliados populistas del aún presidente estadounidense, las consecuencias para la ideología, como un movimiento político global, son más ambiguas.

Esta semana, cuando el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, se unió al desfile de líderes extranjeros que felicitaron al presidente electo Biden, fue evidente que no se dio cuenta de que éste en realidad había vencido a su amigo Trump. Al igual que otros partidarios de derecha, desde el Reino Unido y Brasil, hasta Polonia y Alemania, Orbán seguía lidiando con la derrota del extravagante abanderado del populismo en la Casa Blanca.

El líder húngaro reconoció que un triunfo de Trump era su ‘plan A’; en realidad, no había un plan B. Después de todo, el magnate ganó más votos que cualquier otro candidato presidencial estadounidense en la historia, con excepción de Biden, lo cual da fe del atractivo imperecedero de su mensaje.

¿SE ROBUSTECERÁ EL MOVIMIENTO?

Los agravios económicos, sociales y políticos que alimentaron los movimientos populista y xenofóbico en muchos países siguen vivos, y de hecho, podrían verse reforzados a causa de los estragos de la pandemia del coronavirus.

Las redes sociales siguen difundiendo ideas populistas, a menudo ocultas en teorías conspirativas diseñadas para sembrar dudas sobre los hechos científicos detrás del virus o la legitimidad del proceso electoral que produjo la derrota de Trump.

“Se podría decir que es la elección más relevante de nuestra vida, pero sería muy cauto al dar un bandazo y creer que se acabó el populismo”, opinó Timothy Garton Ash, profesor de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford. Agregó que “en general, todos esos bandazos extremos son erróneos, y en específico, más de 70 millones de estadounidenses votaron por Trump”.

Además, es probable que algunos de estos líderes puedan aprovechar las secuelas de la pandemia -desde el desempleo y la inseguridad crónicos, hasta una desorbitada deuda pública y tensiones raciales-, aunque ellos mismos hayan empeorado los problemas al restarle importancia al virus y haber politizado la respuesta de salud pública. Algunos intentaron volcarse con rapidez hacia la nueva realidad política.

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