Hazte cargo de rodearte de amigos que no teman hacerte ver tus errores. De ponerle alto a aquellas relaciones destructivas en tu vida. De compartir lo que posees, sea esto amor, conocimientos, experiencia o bienes materiales. De no dejarte envenenar por envidias o rencores. De no rechazar a uno solo de tus semejantes por pertenecer a la raza, condición social, género, edad, o religión “equivocada”.