Fotografiar, atrapar la vida

Martha Irene Delgado Parra

@MarthaIreneDP

Doctora en Comunicación Social por la UPF de Barcelona, maestra en Artes Visuales por UNAM y licenciada en diseño gráfico por la UVM. Asesora de proyectos de comunicación social.

«…rastreaba las calles el día entero, sintiéndome poseído
de un nerviosismo intenso en un estado de sobreexaltación,
decidido a atrapar la vida a preservarla en el acto de vivir.»

H. Cartier-Bresson

Desde sus inicios, la fotografía fue recibida con entusiasmo. Había una necesidad manifiesta por parte de la creciente clase popular por hacerse de imágenes, dado que pocos podían adquirir pinturas o grabados y, apenas algunos, tenían la habilidad para crearlas. Por lo que antes de que se comercializara, ya se le demandaba.

La fotografía no sólo ofreció imágenes a bajo costo, sino que brindó la posibilidad de que cualquiera pudiera experimentar la captura del mundo de forma lúdica. Más aún, con el surgimiento de la fotografía digital, cualquiera puede disfrutar libremente de esta práctica. Y, con la integración de la cámara fotográfica al teléfono celular y el rol de la fotografía en las redes sociales, se potenció de manera significativa esta dimensión recreativa y cotidiana; y, también, se transformó en otros modos de relación y de comunicación. La fotografía ha devenido en un medio de acompañamiento para aproximarse al mundo y, probablemente, para la comprensión y el descubrimiento de nosotros mismos.

La accesibilidad y asequibilidad son dos aspectos significativos en la historia de la fotografía, son cuestiones que logran modificar su práctica y naturaleza. La cámara fotográfica es más que un instrumento que ayuda a dar testimonio de experiencias concretas, atiende sensaciones vagas que se originan en un ambiente de incertidumbre. Nos acompaña en el descubrimiento de cosas conocidas y desconocidas, que quizá al convertir en imágenes, ayuda a que sean visibilizadas o identificadas.

Es, pues, una herramienta que apoya la exploración del mundo, antes reservada sólo para quien por alguna circunstancia precisa tenía la oportunidad de tener cámara una entre sus manos. Pero, al integrarse al teléfono móvil, se aproxima a personas que tal vez ni siquiera habían vislumbrado esta práctica como opción. En este sentido, la cámara se convierte en una ‘herramienta de la cultura’. Además de que, su incorporación al teléfono móvil, también ha ampliado la comprensión misma de la fotografía.

Fotografiar no es únicamente un medio para obtener imágenes, sino que es un acontecimiento en sí mismo, una forma de atrapar la vida.