Hemos llegado a un episodio crítico, inverosímil y preocupante. El precepto constitucional es muy claro y cita lo siguiente: “ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho”, por lo anterior y para estar bajo la misma sintonía; imagine, estimado lector, una situación en la que la autoridad parece de papel, el pueblo tiene la facultad y el “inculpado” puede ser cualquiera.
Dentro de los municipios ha surgido un nuevo código penal, el reclamo del pueblo se hace viral y sin ninguna otra prueba más que el dicho de un vecino, provoca la persecución civil. Han privado de la vida de forma infame a individuos presuntamente culpables de cometer ilícitos, entre ellos, el secuestro de menores.
Lo que causa escalofríos es que los elementos policiacos no tienen control; no hay un procedimiento ni fundamento para la detención, los pobladores son juez y parte dentro de la municipalidad y actúan bajo sospecha.
¿En qué parte quedó el articulo 17 constitucional en su párrafo primero? Considero tres puntos importantes. El primero tiene que ver con la falta de información que existe en nuestro país sobre los derechos fundamentales contenidos en la ley que todos gozamos sin restricción. Los gobiernos estatales en coordinación con los organismos defensores de derechos humanos necesitan educar, comunicar y ser garantes de los mismos, en todo lugar, incluso en el espacio más recóndito dentro del territorio nacional. Es increíble que siendo una sociedad de siglo XXI aún existan prácticas de linchamiento y ejecución.
El segundo aspecto a considerar es el poco interés dentro del aparato gubernamental para repeler y evitar este tipo de sucesos que dejan en tela de juicio la capacidad de quienes dirigen la burocracia.
Respecto a lo tercero, la formación cívica de los ciudadanos brilla por su ausencia en casos de esta índole; no logro concebir el grado de frialdad de estos puñados de personas que deciden sobre otras de manera arbitraria y perjudicial.
Por más aportes jurídicos y extensas normas, no llegaremos al éxito deseado si cada uno en lo individual no es capaz de ser moralmente consciente de sus acciones.