En cada trinchera en donde estemos metidos podemos ser héroes. Lo normal siempre será mantenernos en un promedio de rendimiento
Francisco Pérez
En cada trinchera en donde estemos metidos podemos ser héroes. Lo normal siempre será mantenernos en un promedio de rendimiento y trabajo, de entrega de resultados y de aprobar rayando; pero podemos tener un gran día, uno que nos cambie para siempre, uno que termine con nuestra racha negativa; podemos ser héroes.
La vida y el deporte van de la mano, el juego nos enseña lecciones que llevamos a la realidad con facilidad; la hermosa expresión del ser humano. El futbol y la vida son una revancha eterna. Mientras estemos en este mundo, todos los días son otra oportunidad de hacer las cosas bien y de hacerlas mal.
Todos tienen derecho de ir y venir de ambos escenarios como las situaciones de la vida los lleven. Al final, todos podemos ser héroes. Un futbolista señalado por un mal desempeño mete un gol fortuito sobre la hora y sentirá que vuela; un oficinista rescata el proyecto con una ocurrencia loca y sentirá que asciende; un niño hace reír a la niña que le gusta en el colegio y se sentirá eterno; todos podemos ser héroes.
La actitud con que enfrentemos la derrota, la caída, la crítica… será directamente proporcional a las fuerzas del impulso hacia arriba. Si hay vida, hay oportunidad siempre. Cada jornada podemos equivocarnos, todos: aficionados, periodistas y jugadores. Cada día podemos caer todos, y en cada derrota encontraremos una victoria.
La mínima es que tienes otra jornada para hacerlo mejor y aprender de la anterior; eso es obligatorio porque los resultados son fríos. Todos tenemos derecho a ser héroes alguna vez en la vida, o muchas.
Todos tenemos la capacidad de serlo y la oportunidad. Disfruta de tu trabajo, sea cual sea, una tarde la metes al ángulo y serás un héroe, aunque sea solo por un día.