El dinamismo de la economía mundial y la tecnología son factores determinantes en la reducción del tiempo de recuperación, pero si el gobierno no entra al quite podríamos encontrar muchas más similitudes que diferencias
Hugo Lora/Columnista
Últimamente hemos escuchado a muchos líderes de opinión comparando la situación económica actual con la de crisis anteriores. Abonando a esta corriente hablaré sobre una de las crisis más fuertes del siglo pasado y sus similitudes y diferencias con lo que vivimos hoy todos nosotros.
Siendo la especulación bursátil uno de los factores que más influyó en el inicio de esta crisis el 24 de octubre de 1929, mejor conocido como el “jueves negro”, comenzó la recesión que llamamos la gran depresión. Tres años después el Producto Interno Bruto (PIB) había disminuido en 27 por ciento, y la producción industrial, un 50 por ciento. Varias de las ciudades más importantes del mundo vieron frenada su actividad y el inicio de uno de los periodos más obscuros en su horizonte. La recuperación fue lenta y tardó toda una década en sanearse la economía.
El jueves de la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) actualizó las cifras de consumo privado en el mercado interior y de inversión fija bruta. La primera mide el gasto que hacen los hogares en bienes y servicios de consumo, la segundo es un índice que mide la compra de bienes que se usan en el proceso productivo durante más de un año y están sujetos a derechos de propiedad en el que la industria de la construcción es un factor muy importante. Los dos tuvieron caídas de 23.5 por ciento, para el consumo, y de 38.4 por ciento para la inversión, cifras que nos regresan a niveles en los que estábamos hace 11 y 23 años respectivamente. Ambos síntomas del confinamiento y las decisiones que ha tomado el gobierno en los últimos meses.
Aunque hay similitudes en las cifras económicas (PIB, inversión, consumo, entre otras) las causas y tiempo de recuperación son completamente distintos. La crisis actual es resultado de un golpe tanto a la oferta como a la demanda y varios expertos hablan del restablecimiento de la economía mexicana en un periodo de 4 a 5 años, dependiendo del papel que tome el gobierno durante los próximos meses. El dinamismo de la economía mundial y la tecnología son factores determinantes en la reducción del tiempo de recuperación, pero si el gobierno no entra al quite podríamos encontrar muchas más similitudes que diferencias entre estos dos cracs.