Queda ahora la responsabilidad sobre la Cámara de Senadores, pero dada la mayoría de MORENA, el resultado es poco prometedor
Hugo Lora
Imaginemos una sociedad en la que aparentemente reina la felicidad, existe un Estado único que es regido por una sola persona que se hace llamar el “Bienhechor” al que todos tienen obediencia ciega y existe una invasión completa a la privacidad de los ciudadanos ¿les suena? No hablo de México, hablo de la novela rusa “Nosotros”, nombre que inspira el título de esta columna en su idioma original y que despertó la imaginación George Orwell para escribir su tan famoso libro: “1984”. Estos mundos distópicos en los que existe una vigilancia permanente a las personas como mecanismo de control gubernamental está por materializarse de alguna manera en nuestro país en las próximas semanas.
La noche del martes la Cámara de Diputados aprobó en el paquete de normas fiscales para 2021, que incluye reformas a las leyes de Impuesto Sobre la Renta (ISR), del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y al Código Fiscal de la Federación. De todas las modificaciones hechas en la Miscelánea Fiscal 2021 hay cuatro que merecen resaltarse por la gravedad de sus consecuencias: Uno, procederá el bloqueo de los servicios prestados por plataformas digitales (Uber, Rappi, entre otras) después de tres meses de incumplimiento fiscal; dos, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) podrá embargar bienes a terceros que no cooperen con investigaciones de personas que incumplan con sus responsabilidades fiscales; tres, las donatarias autorizadas perderán autorización del SAT si más del 50 por ciento de sus ingresos provienen de actividades no relacionadas a su objeto social; y por último, el SAT podrá usar tecnología para recabar imágenes o archivos electrónicos de los domicilios fiscales de los contribuyentes en nuestro país.
Las primeras tres nos hablan de un ataque directo en contra del ecosistema digital, la sociedad civil y los derechos humanos de los mexicanos. Pero sin duda la última nos habla de una invasión completa a la privacidad de los ciudadanos contribuyentes y una violación directa a sus garantías individuales. Queda ahora la responsabilidad sobre la Cámara de Senadores, pero dada la mayoría de MORENA, el resultado es poco prometedor.
Es escalofriante como la novela de Zamiatin, escrita en 1924, es capaz de acercarse tan fielmente a la realidad que podemos vivir 100 años después. Nuestro país, bajo la administración morenista, ha logrado convertir la ficción en realidad.