México ocupa el cuarto lugar de muertes por la pandemia y el vergonzoso primer lugar mundial de decesos de personal de salud con más de 2 mil 397 trabajadores por este motivo
Sen. María Guadalupe Murguía Gutiérrez
Empezamos el 2021 con los más grandes desafíos de nuestra historia reciente: el manejo de la pandemia y la peor crisis económica de los últimos tiempos. En el país rondan 135 mil fallecimientos por COVID-19, los contagios superan cifras récord y los hospitales están en alerta por la saturación de espacios y equipos.
Lo dijimos desde un principio cuando Morena se empeñó en desaparecer el Seguro Popular, con la salud no se juega, y hoy lamentablemente los resultados están a la vista con un gobierno lleno de contradicciones e improvisaciones para enfrentar la emergencia sanitaria.
México ocupa el cuarto lugar de muertes por la pandemia y el vergonzoso primer lugar mundial de decesos de personal de salud con más de 2 mil 397 trabajadores por este motivo.
Las vacunas son una esperanza de vida, pero llegan a México a cuentagotas y peor aún, el gobierno no ha demostrado capacidad logística para aplicarlas, sin embargo, no quiere que nadie le ayude. Ha impedido a los gobernadores y en los hechos a la iniciativa privada de participar en este esfuerzo, a pesar de que en promedio se vacunan solo 5 mil personas diariamente, cuando deberían ser al menos 52 mil al día, para cumplir con la meta de inmunizar este mes al millón de trabajadores del sector salud.
Pero lo peor es que el gobierno pretende utilizar las vacunas como herramienta electoral este año que tendremos los comicios más grandes de nuestra historia, y ha anunciado que promotores de los programas sociales -de Morena- estarán a cargo de su aplicación.
Está claro que AMLO no dejará pasar la oportunidad de intervenir en el proceso electoral, máxime cuando el tribunal electoral dio luz verde al activismo del Presidente rumbo a los comicios, en detrimento de la legalidad, la equidad en la contienda y del principio de neutralidad al que está obligado por ley.
López Obrador había prometido no lucrar con los programas sociales, con la salud, con la vacuna de COVID-19, pero no es así, en sus cálculos de rentabilidad electoral el gobierno usará la vacunación en México para sacar toda la ventaja electoral posible.
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