Hugo Salvatierra
Los países de América deben asumir el compromiso de ayudar a Haití a salir de la profunda crisis económica, política y de seguridad pública en la que cayó, la cual desencadenó un fenómeno migratorio de miles de personas que buscan llegar a Estados Unidos y que han puesto en jaque a sitios como México, Colombia y Panamá.
El escenario de esta nación es más que complicado. Basta ver que tiene un PIB per cápita de mil 176.76 dólares al año, es decir, aproximadamente 64 pesos diarios. A esto debemos agregar que ocupa la posición 170 de 189 naciones del Índice de Desarrollo Humano de la ONU.
Hay mucho por hacer por parte de la comunidad internacional. Por ejemplo, acelerar la reconstrucción del país, que en agosto sufrió un terremoto de 7.2 grados que provocó la muerte de casi 2 mil personas.
A esto debemos sumar el caos que se suscitó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, ocurrido en agosto. Por este motivo, hoy gobierna un consejo de ministros.
Por si fuera poco, ahora las pandillas pidieron la renuncia del primer ministro Ariel Henry, por lo que tienen tomados los puertos, hecho que ha desatado una crisis de combustible. Con esto se corre el riesgo de no tener transporte para mover los alimentos ni con qué abastecer las plantas eléctricas de sitios como los hospitales.
A todo esto, hay que agregar la ola de secuestros, como el de un grupo de misioneros ocurrido hace algunos días.
Así que más vale que los demás países lleven ayuda económica y de mediación a Haití, antes de que el problema se vuelva incontrolable.