La mala. El conflicto entre Rusia y Estados Unidos por el control de Ucrania está en su punto más álgido en estos días. Estados Unidos ha desplazado tropas a aquella región como respuesta a la amenazante presencia militar rusa, y las hostilidades podrían estallar en cualquier momento, si no se llega a una solución diplomática. La más mala es que al mandatario ruso, Vladimir Putin, eso no le da miedo, aunque el asunto terminara en una conflagración nuclear. Él va por el control de lo que queda de Ucrania, -intentando bloquear su acercamiento a la OTAN- y, no es ningún secreto, por el control del suministro de hidrocarburos hacia Europa Occidental, principalmente a Alemania, lo que tiene en estado de alerta a la Unión Europea.