Estrella Rojas
La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el mundo. La ONU define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos”.
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en su artículo 6, establece los diferentes tipos de violencia contra las mujeres; sin embargo, la realidad ha rebasado el precepto en las formas en que una mujer puede ser violentada, por lo que requiere tener una actualización que atienda las problemáticas coyunturales, con la gravedad que suele conllevar, como es el terrible fenómeno conocido como “violencia vicaria”.
Violencia vicaria es una violencia secundaria a la víctima principal; lo que se pretende es causarle daño y sufrimiento físico, psicológico o emocional a través personas queridas para ellas. Si bien no existe una estadística específica de violencia vicaria, la Suprema Corte de Justicia ha observado un incremento importante de casos donde el hombre ejerce violencia a la mujer a través de los hijos.
De acuerdo con las estimaciones del Frente Nacional contra la Violencia Vicaria, el 88 por ciento de los agresores amenaza a la mamá con hacerle daño a través de sus hijos. Por ello, es imperativo que se establezca dentro de los tipos de violencia contra las mujeres, a la violencia vicaria.
El primer paso es visibilizar este fenómeno antisocial, y generar consciencia en la ciudadanía y en las autoridades responsables de la seguridad de las mujeres.
El segundo paso es generar una pena para aquellas personas que ejercen la violencia vicaria.
Si bien este tipo de violencia surgió como una modalidad de violencia contra la mujer, podría tener un universo más amplio, cuando se dañe a cualquier persona querida para la víctima, con el fin de hacerle daño, que puede ser un hombre a una mujer, pero también al revés, y que los terceros que son afectados pueden ser, además de los hijos, otro tipo de parientes, como padres o abuelos.
La violencia vicaria es un tema que ya se encuentra en la discusión pública. El Senado de la República debe ser un eco.