En esa ocasión, Ebrard no impugnó los resultados, pero la distancia con Obrador y el movimiento fue notoria; muestra de ello es que no fue fundador de Morena y apenas hace unos meses se afilió al partido, por el cual en el presente año buscó ser candidato a la silla presidencial, aspiración que nunca estuvo sustentada en el respaldo popular, pero sí en la ambición personal que lo ha motivado desde hace cuatro décadas. Desafortunadamente para el excanciller, su compañera, la doctora Claudia Sheinbaum, fue la elegida por la gente para ser quien encabece los esfuerzos de Morena para el próximo año.