No hay duda de que, este año, el tema del agua ha estado en la agenda pública de todos los sectores: los candidatos, los gobernantes, los legisladores, los empresarios, los agricultores, los ganaderos y, por supuesto, los ciudadanos.
Durante las campañas electorales, se pudo apreciar la cantidad de promesas de campaña en torno a la importancia del cuidado del agua, la captación pluvial para uso doméstico, así como planteamientos en el sentido de derogar la actual Ley de Aguas estatal.
Para la próxima Legislatura local, y esto ya lo hemos tocado, Morena y sus aliados tendrán ligera mayoría, al menos en lo teórico (veremos en lo práctico), por lo que cualquier cambio normativo que se proponga, lo podrá impulsar. La pregunta es esta: ¿Derogarán la Ley de Aguas actual? Si es así, ¿qué se propondrá al respecto? Será interesante este asunto si se plantean cambios legislativos en la materia.
No por nada sigue el debate en torno a la defensa de la ley y a discordancia sobre ella. Pese a la determinación de la Corte, el tema parece que no acabará con esa sentencia, por lo cual seguiremos escuchando durante los próximos meses este mismo asunto. Insistimos en que las leyes deben atender el sentir ciudadano y apelar a los contextos actuales.
El tema del agua es sensible por la falta de este recurso que se ha vivido en estos meses. No serán discusiones que se diriman fácilmente.