Enrique Álvarez

La Selección Mexicana de futbol fue eliminada en la primera ronda de la Copa América. No pudo calificar en un grupo donde estaba Venezuela, Ecuador y Jamaica. En el pasado mundial también fue eliminado en la primera ronda. En eliminatorias ya no le ganamos a Estados Unidos y Canadá.

La Selección está hoy un paso atrás de donde estaba hace una década. Parece que la calidad se pierde, o que los rivales mejoran y el tricolor se estanca.

Podemos argumentar muchas razones, pero la más obvia, la que salta a la vista y no se requiere ser experto para analizarla es que estamos formando jugadores con un nivel inferior al que se formaban antes.

Analicemos este punto a partir de la Copa del Mundo de 1994:
En la portería teníamos a Jorge Campos. Alternaba con porteros de alta calidad como Adolfo Ríos, Adrián Chávez y Felix Fernández. Surgió una nueva generación para el 2002 y 2006 con Sánchez y Pérez. Y posterior a ellos llegaron Ochoa y Corona. Pero ahora no hay nadie con la calidad de Memo y Chuy. Y esto sucede en todas las líneas:

La defensa que era liderada por Claudio Suárez tenía como pareja a Ramírez Perales y después a Duilio Davino. Surgió después Rafa Márquez y se mantuvo alternando con diferentes defensas como Salcido, Rodríguez y Moreno. ¿Hay ahora alguien con ese nivel? La respuesta es no.

El medio campo sufre el mismo tema. Podemos enlistar a Ambriz, Ramírez, Aspe, Pardo, Torrado, Herrera. ¿Hoy tenemos un mejor nombre?

Y el caso más triste está en la ofensiva: Hugo Sánchez, Luis García, Zague, Hermosillo, Peláez, Cuauhtémoc, Luis Hernández, Jared, Chicharito, Vela. ¿Puede hoy alguien decir que es mejor que ellos?

El problema no está en el técnico. El problema está es que México tiene hoy a la generación con menos talento de los últimos 30 años.