Camisetas manchadas vol.2: Enrique Álvarez

Enrique Álvarez

Escribió mi amigo Salvador González hace unos días acerca de la mala práctica en que han caído los equipos del futbol mexicano (y de muchas otras ligas que no son estelares) de llenar sus uniformes de patrocinadores.

Evocaba Salvador las épocas donde las playeras limpias eran símbolo de orgullo y arraigo, y menciona que han caído en el mercantilismo.

Es una obviedad decir que las playeras son más lindas cuando no tienen publicidad (como las de selecciones nacionales). Pero es también una realidad que los costos del futbol se han incrementado exponencialmente y que es imposible cubrir las erogaciones con solo un patrocinador en el uniforme.

En Europa, las ligas españolas e inglesas han incorporado publicidad de una de las mangas, permitiendo que los equipos tengan un ingreso adicional. Si bien no es nada comparado al número de patrocinadores que usan los equipos mexicanos, es una realidad que las ligas top han comenzado a colocar más espacios comerciales en el uniforme.

Un ejemplo de un deporte líder que el mundo que usa múltiples patrocinadores es la Formula 1. Los gastos en que incurre un equipo de F1 y en general de automovilismo justifica que tengan tanto sponsor, pero es una muestra de que los organismos top lo hacen.

El futbol lleva por lo menos 3 décadas cambiando, y la comercialización es uno de esos cambios. El deporte espectáculo se volvió una gran industria y como tal exige inversiones, nueva infraestructura y nuevos proyectos.

Vale la pena recordar el futbol del pasado. Fue el forjador del balompié de hoy, pero hay que dejarlo en el pasado. El futbol actual es una nueva industria y debemos entenderla y disfrutarla.