Pero el más relevante fue, -por fin-, la renuncia de Joe Biden a la candidatura Demócrata a la Presidencia, “sugiriendo” para relevarlo a su “corcholata”, la Vicepresidenta Kamala Harris, que era la opción más lógica, que no trae malos números consigo (iguales o mejores que los del propio Biden) y que, si bien ganarle a Trump se ve aún difícil, sí será una piedra en el zapato del gañán cada vez menos naranja, ya que la ex Fiscal General de California se las sabe todas sobre perfiles psicópatas y criminales, sí, como el de Donald. Éste ya sintió pasos, por lo que, para variar y en caliente, inició la andanada de insultos contra ella, porque además sabe que es diestra para el debate y la confrontación.