Es de recordar la destacada labor de algunos sacerdotes que han pasado por el templo en su carácter de rectores, entre ellos, podemos destacar a los padres Juan García, quien incluso llegó a ser Canónigo Honorario de la Catedral de Querétaro; Antonio Guzmán, quien, a pesar de su edad, siempre estuvo pendiente del templo; se tiene un especial recuerdo de José Guadalupe Moya Tovar, quien fue el responsable de restaurar todo el interior del templo y, con gran entusiasmo, fomentaba las devociones a la adoración eucarística y al rezo del santo rosario, aún hoy en día, se recuerda también la ayuda que brindaba a los peregrinos y peregrinas en su paso por la ciudad, a muchos necesitados y, sobre todo, la labor que realizó en el Cereso de San Juan del Río, atendiendo a los presos de ese lugar.