A lo largo de este sexenio que agoniza hemos atestiguado el retroceso del país en diferentes frentes, como el institucional, el económico, el Estado de Derecho, la salud y la seguridad, entre otros. Pasamos por una elección de Estado, el aumento de la violencia y del endeudamiento, el nepotismo y una corrupción rampantes. México se ha retraído de la escena internacional (excepto del círculo de países del eje castro – chavista, del que ya formalmente somos parte), dejando de ser un país respetado, ahora temido por su criminalidad y el hazme reír por los dislates de su gobierno.