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El Mercado Escobedo ‘palpita’ con precaución

Para evitar la propagación de coronavirus,el Mercado Escobedo ha establecido medidas preventivas para aquellos que solicitan su ingreso al lugar Carlos Uriegas Domingo por la mañana. El Mercado Escobedo palpita con cierta normalidad, aunque presenta un cerco de vallas. Sus entradas han sido controladas y, tras recibir desinfectante en las manos, es posible ingresar. Aunque … Leer más

Para evitar la propagación de coronavirus,el Mercado Escobedo ha establecido medidas preventivas para aquellos que solicitan su ingreso al lugar

Carlos Uriegas

Domingo por la mañana. El Mercado Escobedo palpita con cierta normalidad, aunque presenta un cerco de vallas. Sus entradas han sido controladas y, tras recibir desinfectante en las manos, es posible ingresar.

Aunque la presencia de clientes es menor a la que se registra habitualmente, el abasto de productos se percibe garantizado. Las frutas, las verduras, la carne y los granos se surten; los tacos de barbacoa con su respectivo consomé continúan disfrutándose.

Al interior del recinto se observa todo tipo de gente: los consumidores prudentes y preocupados por mantener ‘su sana distancia’. Otros se mueven muy campantes ‘presumiendo’ cierta inmunidad a todo tipo de virus.

Los puestos están abiertos, pues buscan el sustento familiar, así como el abasto de una importante y céntrica zona de la ciudad. Los estantes lucen aprovisionados y los precios –al menos hasta ayer– no demostraban incrementos notorios.

La señora Marta –quien provee tacos de barbacoa– tiene una misión que cumple a cabalidad. Uno a uno, va ‘cazando’ a todo aquel que entre por su esquina hacia el mercado y con un aspersor dispensa el desinfectante, un requisito para cruzar esta ‘frontera’.

Casi todos entienden el problema y aceptan con amabilidad que les pongamos el desinfectante. Teníamos que cuidarnos todos, pero no podemos parar. De este puesto de tacos comemos más de 10 familias”, comenta la señora enfundada en una bata, su ‘armadura’ de algodón y su máscara de tela blanca que cubre su nariz y boca.

Jitomates, cebollas, limones, mangos y naranjas son guardados entre bolsas de yute y fibras de colores. El sonido ha bajado de volumen, pero el color y la fuerza del Mercado Escobedo no se han detenido del todo, señal de que la ciudad sigue siendo abastecida sin pánico, pero con precauciones. 

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