¿Funcionan los cubrebocas caseros?

En personas sanas solo se recomienda como medida adicional a las acciones preventivas sugeridas por los gobiernos federal y estatal

Alhelí Lara/Carlos Uriegas

Los cubrebocas caseros no sustituyen ni tienen la misma efectividad que la mascarilla N-95 –que en este momento solo debe utilizar, de preferencia, el personal médico–; sin embargo, en personas sanas, es útil siempre y cuando vaya acompañado de las medidas de distanciamiento social y prevención que dictan las autoridades, coinciden diversos estudios.

De acuerdo con Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “ninguna medida preventiva es 100 por ciento efectiva para prevenir infecciones, pero practicar todas ellas de manera conjunta, puede reducir las posibilidades de propagar la infección”.

Esto incluye otras acciones como el lavado correcto y frecuente de manos, cambio de ropa y zapatos después de llegar de la calle, estornudo de etiqueta, tomar distancia entre 1.5 y 2 metros entre una persona y otra, y mantenerse en casa durante las fases críticas de la pandemia.

Datos de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), refieren que la eficacia de los cubrebocas caseros oscilan entre 40 y 80 por ciento, según la tela y el correcto uso que se le brinde. En el estudio ‘Strategies for Optimizing the Supply of Facemasks’, se advierte que cualquier tipo de tapabocas mal usado, se vuelve un medio de contagio. En relación a la fabricación casera refiere que, de preferencia, deben usarse en combinación con un protector facial que cubra desde la parte media de la nariz, se extienda a los laterales de la cara y llegue debajo de la barbilla.

Ante el desabasto de cubrebocas básicos, en países como Estados Unidos, las autoridades han comenzado a recomendar esta opción al público en general mientras hace compras esenciales u operaciones bancarias.

Exhortan a un manejo responsable de cubrebocas y guantes usados

El doctor Jesús Manuel Dorador González, investigador de la UNAM, explicó que ante el momento que se vive en la crisis sanitaria, los cubrebocas sí pueden ayudar a frenar los contagios de la COVID-19, siempre y cuando se utilicen de la manera correcta.

“Los cubrebocas sí sirven, lo que hay que definir es para qué sirven; las que debe usar la gente son las de tela que ayudan a que las gotitas de saliva no vayan más allá de nosotros, sobre todo si hay aglomeración de gente, en el transporte, mercados, tiendas, sí ayuda a que las gotitas no se esparzan, pero lo más importante es que los cubrebocas se sujeten por las orejas y al momento de retirarse, nunca, jamás, se haga por el frente, hay que retirarlo por atrás,  doblarlo hacia dentro para poderlo desechar o bien lavarlo con agua caliente con unas gotitas de cloro. Sí se recomiendan sobre todo en estas estas que ya empezamos con el contagio extensivo del coronavirus, siempre es preferible tener esta protección a no tener nada”, e invitó a que si se tiene cubrebocas N-95 se ofrezcan mejor al personal médico, los que realmente los necesitan.

Entre los materiales que se recomiendan son telas que logren ajustarse a la cara como jersey con mezcla de algodón (dos capas), paliacates, telas gruesas, de camisetas o de toallas. Añadir una capa desechable de papel higiénico o pañuelo de papel en el interior para reducir la acumulación de humedad.

Expertos señalan que los tapabocas no se comparten, se requiere lavarse las manos y hacer uso de gel antes y después de usarlo, retirarlo de atrás hacia delante, no tocar la parte exterior y lavarlo diariamente.

COVID-19 se trasmite por gotículas

En el momento actual, la evidencia científica indica que la vía principal de transmisión del nuevo coronavirus es mediante gotículas presentes en las vías respiratorias, expulsadas al hablar, estornudar o toser. Estas gotículas pueden permanecer en superficies que al ser tocadas y llevarse a los ojos, nariz o boca, contagian el coronavirus.