La delincuencia organizada en la 4T: Carlos Olgúin

Todas las zonas como Badiraguato, Aguililla, la Huacana y muchas más conocidas por ser tierra de narcos tuvieron resultados, por decirlo, menos atípicos

Carlos Olguín

Luego de que hace apenas unas semanas el general Glen VanHerk, jefe del Comando Norte de los Estados Unidos, fue enfático al señalar que del 30 al 35 por ciento del territorio mexicano es controlado por organizaciones criminales, motivo por el que la gente que vive en esas regiones busca emigrar del país, en relación con los resultados electorales del pasado 6 de junio vale la pena hacer algunas reflexiones al respecto.

El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, así como el excandidato a gobernador de Sinaloa, el excandidato en San Luis Potosí, la excandidata de Valle de Bravo en el Edomex y un largo etcétera dan testimonios de hechos acontecidos sobre todo en las serranías, que son conocidas como territorio caliente controlado por el crimen organizado que nos dejan mucho que pensar.

Todas las zonas como Badiraguato, Aguililla, la Huacana y muchas más conocidas por ser tierra de narcos tuvieron resultados, por decirlo, menos atípicos, con casillas de 100 por ciento a favor de Morena y cero en contra de sus oponentes.

Lo anterior más el hecho del operativo fallido de Ovidio Guzmán, la política de atacar a los cárteles con abrazos, no balazos; el incremento descomunal en la violencia y los homicidios dolosos, el fracaso de la Guardia Nacional, dejan mucho que pensar acerca de una posible alianza entre el crimen organizado y el Gobierno, lo que resulta por demás preocupante. El caso de San Luis Potosí merece un análisis aparte, pues el hoy gobernador electo ha estado ya en la cárcel por acusaciones de delincuencia organizada y los hechos denunciados en aquella entidad aún no se dilucidan en los tribunales.

Esto junto con la criminal declaración de alguien totalmente desconectado de la realidad como Hugo López-Gatell, sobre que los padres de los niños y niñas con cáncer forman parte de un movimiento internacional para dar un golpe de Estado en México, son los temas de los que no se quiere hablar, porque incomodan, porque evidencian, porque, por más mentiras que se digan, los anaqueles de las clínicas siguen vacíos y la gente sigue sufriendo. Ese es el país al que hemos llegado y que yo creo que no somos ni merecemos.

Mientras seguimos con el circo de quién es quién, en las mentiras del ‘show’ de la mañanera, como hemos llegado aquí, por la falta de educación, absolutamente todo lo demás es un efecto de esto: la corrupción, la falta de trabajo de oportunidades… todo por no apostar a la educación, porque esa no se traduce en votos; se traduce en transformar vidas y eso incomoda. Usted sea un ciudadano incómodo, porque si no, después no importará y será silenciado.