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Padres prohíben en EUA que sus hijos se vacunen, pero ellos lo intentarán como sea

Una joven de 15 años que ha sido excluida de algunos círculos sociales por no estar vacunada en Florida. NYT
Una joven de 15 años que ha sido excluida de algunos círculos sociales por no estar vacunada en Florida. NYT

Una joven de 15 años que ha sido excluida de algunos círculos sociales por no estar vacunada en Florida. NYT El permiso para administrarse la anti-COVID-19 si la persona es menor de edad genera debates legales, éticos y médicos Jan Hoffman Los adolescentes guardan muchos secretos a sus padres. Que beben, que tienen sexo, sus … Leer más

Una joven de 15 años que ha sido excluida de algunos círculos sociales por no estar vacunada en Florida. NYT

El permiso para administrarse la anti-COVID-19 si la persona es menor de edad genera debates legales, éticos y médicos

Jan Hoffman

Los adolescentes guardan muchos secretos a sus padres. Que beben, que tienen sexo, sus malas calificaciones.

Pero Elizabeth, una prometedora alumna de 17 años en el último periodo de bachillerato en la ciudad de New York, no quiere que sus padres sepan que ya se vacunó contra COVID-19.

Sus papás divorciados tienen el mismo poder de decisión sobre su salud. Aunque su madre está muy a favor de la vacuna, su padre se opone con vehemencia y ha amenazado con demandar a su madre si Elizabeth se vacuna.

Por ello es que mantiene el secreto para ambos y poder negarlo de manera creíble. Pidió que se le mencione en este artículo solo por su segundo nombre.

Vacunar a los menores de edad es crucial para lograr una inmunidad generalizada contra el coronavirus y regresar a las rutinas normales del trabajo y la escuela.

Pero, aunque las vacunas anti-COVID-19 han sido autorizadas para niños a partir de los 12 años, muchos padres, preocupados por los efectos secundarios, se han resistido a permitir que sus hijos las reciban.

LO DICE LA ENCUESTA

Una encuesta reciente de Kaiser Family Foundation reveló que solo tres de cada 10 padres de menores de 12 a 17 años pensaban darles permiso para que se vacunaran inmediatamente.

Muchos dicen que esperarán a que haya datos sobre su seguridad a largo plazo o a que un mandato escolar los obligue.

Pero como muchos adolescentes están ansiosos por ponerse una vacuna que, creen, les despejará el camino a las libertades vedadas durante la pandemia, las tensiones aumentan en los hogares en que los padres se aferran a un no rotundo.

Cuarenta estados requieren el consentimiento parental para vacunar a menores de 18 años, y en Nebraska para menores de 19. (Algunos estados estipulan exenciones para adolescentes sin hogar o emancipados).

Ahora, debido a la crisis por COVID-19, algunos estados y ciudades están buscando relajar las reglas para el consentimiento médico, en emulación de los estatutos que permiten que los menores se pongan la vacuna del VPH, que previene algunos cánceres causados por un virus que se transmite por vía sexual.

El otoño pasado, el ayuntamiento del Distrito de Columbia votó a favor de permitir que niños a partir de los 11 años reciban las vacunas recomendadas sin el consentimiento de sus padres.

Las legislaturas de New Jersey y New York tienen proyectos de ley pendientes que les permitirían a niños desde los 14 años de edad decidir si quieren vacunarse.

Minnesota tiene uno que permitiría que algunos menores a partir de los 12 años dieran su consentimiento para recibir la vacuna contra COVID-19.

CAMINOS OPUESTOS

Pero otros estados están tomando el camino opuesto. Aunque los adolescentes de Carolina del Sur pueden dar su consentimiento desde los 16 años y los doctores pueden realizar ciertos procedimientos de necesidad médica sin el permiso parental en menores incluso más jóvenes, un proyecto de ley en la legislatura prohibiría explícitamente a los proveedores administrar a los menores la vacuna del COVID sin el consentimiento de los padres.

En Oregon, donde la edad de consentimiento médico es de 15 años, el condado de Linn ordenó a las clínicas a su cargo que obtengan el consentimiento parental para la administración de la vacuna conta el COVID a los menores de 18 años. Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, que ha hecho un seguimiento de los proyectos de ley relacionados con el COVID, algunos estados, como Tennessee y Alabama, están preparando una legislación para evitar que las escuelas públicas exijan la vacuna anticoronavírica.

¿CUÁL PERMISO VALE?

El tema de quién puede dar su consentimiento para recibir una vacuna contra el coronavirus proporciona un nuevo contexto para discusiones de larga data sobre cuestiones legales, éticas y médicas.

Cuando los padres están en desacuerdo, ¿quién es el juez? ¿A qué edad son capaces los niños de tomar sus propias decisiones en materia de salud y cómo debe determinarse eso?

“Isabella la quiere porque sus amigos se la están poniendo y porque no quiere usar cubrebocas”, dijo Charisse, madre de una joven de 17 años en Delray Beach, Florida, quien pidió que no diéramos su apellido por motivos de privacidad.

Charisse teme que la inyección pueda tener algún efecto en el sistema reproductor de su hija (una idea errónea que los funcionarios de salud pública han refutado en repetidas ocasiones).

“Isabella dijo: ‘Es mi cuerpo’. Y yo le dije: ‘Pues es mi cuerpo hasta que cumplas 18’”.

Mientras se llevan a cabo tanto los debates legales como las discusiones familiares, quienes administran la vacuna en farmacias, clínicas y consultorios médicos intentan determinar cómo proceder cuando un adolescente se presenta para ponerse la vacuna del COVID sin sus padres.

“Es posible que nos encontremos en una zona gris desde el punto de vista legal con esta vacuna”, dijo Sterling Ransone Jr., médico familiar en Deltaville, Virginia.

FORMULARIO INSUFICIENTE

En su sistema de salud, un padre puede enviar un formulario de consentimiento firmado para que un adolescente se vacune. Pero como la vacuna de COVID está autorizada solo para uso de emergencia, el sistema de salud exige que uno de los padres esté presente para que se le aplique esa inyección a un paciente menor de 18 años.

Cada vez son más los adolescentes frustrados que buscan formas de vacunarse sin el consentimiento de sus padres. Algunos han encontrado VaxTeen.org, un sitio de información sobre vacunas dirigido por Kelly Danielpour, una adolescente de Los Angeles.

El sitio web ofrece guías sobre las leyes estatales de consentimiento, enlaces a clínicas, recursos con información clara sobre el COVID-19 y consejos sobre cómo pueden hacer los adolescentes que los padres los escuchen.

“Hay quien me pregunta cosas como: ‘Necesito poder dar mi consentimiento en una clínica de vacunas que abra los fines de semana y que esté en la ruta de mi autobús. ¿Me puedes ayudar?’”, comentó Danielpour, de 18 años, quien empezará sus estudios universitarios en Stanford en el otoño.

Abrió la página hace dos años, mucho antes del COVID. Hija de un neurocirujano pediátrico y una abogada de propiedad intelectual, se dio cuenta de que la mayoría de los adolescentes no conocen ni el esquema de vacunación recomendado ni sus derechos.

“Automáticamente hablamos de los padres, pero no de los adolescentes que tienen sus propias opiniones sobre este tema”, comentó. “Decidí que debía ayudar”.

ENTENDIMIENTO PAULATINO

Danielpour consiguió que algunos expertos la ayudaran a entender las leyes de vacunación y consentimiento, y reclutó a adolescentes para que fueran “embajadores de VaxTeen”.

“Quiero que los adolescentes les puedan decir a los pediatras: ‘Oye, yo tengo este derecho’”, expresó Danielpour, quien da charlas en conferencias de médicos y funcionarios de salud.

Si bien los médicos han intentado inculcar la confianza en las vacunas tanto a los padres como a los pacientes, no hay mucho que puedan hacer cuando los padres se oponen.

Hace poco, Mobeen Rathore, profesor de pediatría de la facultad de medicina de la Universidad de Florida en Jacksonville, le dijo a una paciente cuya madre se negaba a dar su consentimiento que no podía recibir la vacuna contra el COVID hasta que cumpliera 18 años, lo que sucedería tres semanas después.

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