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Pasa la Amazonia de absorber dióxido de carbono a emitirlo

Una quema cerca de Porto Velho, en el estado de Rondonia, Brasil, el 26 de agosto de 2019. NYT
Una quema cerca de Porto Velho, en el estado de Rondonia, Brasil, el 26 de agosto de 2019. NYT

Una quema cerca de Porto Velho, en el estado de Rondonia, Brasil, el 26 de agosto de 2019. NYT Una nueva investigación detectó que algunas zonas de la selva tropical producen más este gas, una señal preocupante en la lucha contra el cambio climático John Schwartz La deforestación y una tendencia al calentamiento acelerado han … Leer más

Una quema cerca de Porto Velho, en el estado de Rondonia, Brasil, el 26 de agosto de 2019. NYT

Una nueva investigación detectó que algunas zonas de la selva tropical producen más este gas, una señal preocupante en la lucha contra el cambio climático

John Schwartz

La deforestación y una tendencia al calentamiento acelerado han contribuido a cambiar el balance del carbono, que es más severo en la región sureste de la Amazonia, donde hay temperaturas en aumento y una reducción de lluvias en la estación seca. En los últimos 40 años, las regiones más afectadas se han calentado 2,5 grados Celsius durante la estación seca, situación comparable a los cambios observados en el Ártico, una región que se calienta rápidamente.

La región de la Amazonia, hogar de los bosques tropicales más grandes del planeta, ha sido un importante amortiguador del dióxido de carbono. Los patrones climáticos cambiantes han reducido su efectividad como barrera ante el cambio climático, y las condiciones pueden verse aún más agravadas por el calentamiento global, el cual produce mucha más liberación de dióxido de carbono.

“Esto es un ciclo negativo”, dijo Luciana Vanni Gatti, científica del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil y autora de la investigación, que se publicó el miércoles en la revista científica Nature.

En los últimos años, un número creciente de estudios ha sugerido que se está deteriorando la capacidad de la región para eliminar el carbono del aire, y de almacenarlo para que no contribuya al aumento de las temperaturas globales. Una investigación de 30 años, publicada en 2015 en la revista Nature, reveló que la capacidad de la Amazonia para absorber dióxido de carbono está mostrando “una tendencia decreciente a largo plazo de acumulación de carbono”, en parte debido a una mayor variabilidad climática y la muerte más temprana de los árboles.

AL BORDE DE LA DESTRUCCIÓN

Además, un ensayo publicado en 2018 en la revista Science Advances advirtió que la combinación de deforestación, cambio climático y quema han causado que partes de la selva tropical se conviertan en sabanas.

“La preciosa Amazonia se tambalea en el borde de la destrucción funcional y, con ella, también nosotros”, escribieron los autores, y agregaron lo siguiente: “Nos encontramos exactamente en un momento que dicta nuestro destino: el punto de inflexión está aquí, es ahora”.

La investigación publicada el miércoles incluyó mediciones de los niveles de dióxido de carbono y monóxido de carbono tomadas desde aviones pequeños durante unos 600 vuelos entre 2010 y 2018. Los pilotos volaron a altitudes de unos pocos kilómetros por encima del follaje de los árboles, luego descendieron y tomaron mediciones repetidas en la columna vertical del aire. Los resultados mostraron mayores cambios en el equilibrio ecológico en áreas que habían sufrido deforestación a gran escala y habían sido quemadas a escalas considerables para eliminar los árboles muertos y limpiar la tierra, dijo Gatti.

PUNTO DE INFLEXIÓN

Thomas Lovejoy, de la Universidad George Mason y autor del ensayo del “punto de inflexión”, elogió la nueva investigación, en la que no participó. Dijo que hay esperanzas de restablecer el equilibrio, al menos hasta cierto punto.

“La capacidad de recuperar un margen de seguridad” mediante la reforestación es muy real, aclaró Lovejoy,
y podría ayudar a recuperar la función de los árboles en la producción de humedad dentro de los bosques”.

Los bosques son una parte fundamental en el ciclo de agua de la región.  Su humedad genera hasta el 35 por ciento de las precipitaciones.

Al gestionar los bosques teniendo en cuenta la retención de carbono, la hidrología y la biodiversidad, dijo, “se obtienen múltiples beneficios”. Acerca de los cambios en la Amazonía, dijo: “Ha llegado mucho antes de lo que nadie pensaba hace 30 años debido al uso extensivo del fuego y el cambio climático. Pero si colocas un poco de agua allí, cambiará”.

DEFORESTACIÓN

Cualquier cambio puede tardar en llegar y enfrentará oposición política.

El presidente de Brasil Jair Bolsonaro ha supervisado la deforestación vertiginosa en la Amazonía.

El gobierno, bajo una presión en aumento, anunció recientemente planes para contrarrestar la tendencia, pero los picos de deforestación han continuado.

En un artículo adjunto en la revista Nature, Scott Denning, profesor del departamento de ciencias atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado, escribió que los “perfiles atmosféricos del artículo muestran que el futuro incierto está sucediendo en este momento”.

En una respuesta enviada por correo electrónico a las preguntas, Denning elogió la nueva investigación como la primera medición real a gran escala del fenómeno, desde varias altitudes a lo largo de miles de kilómetros y sectores remotos, un avance más allá de las mediciones tradicionales en emplazamientos forestales.

Los resultados muestran “que el calentamiento y la deforestación en el este de la Amazonía han revertido el sumidero de carbono a escala regional y que el cambio en realidad se está manifestando en el CO2 atmosférico”, escribió.

 

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