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Jesús Malo, productor de arte y de cultura

El empresario tiene 46 años de carrera profesional en la que se ha distinguido por crear públicos y contribuir a las propuesta culturales del país.

Magdiel Torres

Hablar con Jesús Malo es hablar con una autoridad de la cultura. Su trabajo como empresario cultural se ha enfocado en la creación de públicos. Sabedor de que la cultura prevalece y enriquece el entramado social, su función como productor y empresario ha coadyuvado a fortalecer las ofertas culturales de Querétaro y el país.

“Tengo 46 años de vida profesional. Soy músico, arreglista y productor. La vida y el tiempo me hicieron empresario de la música. Desde hace 46 años decidí a trabajar profesionalmente con una historia primero muy cercana a instituciones culturales. Tuve la fortuna de trabajar para el Palacio de Bellas, el Festival Internacional Cervantino e incluso fui asesor de algunos estados en materia de cultura”, explicó

Hace 33 años, aproximadamente, decidió abrir la empresa Maló Producciones. Empezó específicamente como estudio de grabación, pero con el correr de los años se han convertido en una una empresa de comunicación y relaciones públicas. Entre las personalidades con las que compartió talento se encuentran nombres como Armando Manzanero, Eugenia León, Tania Libertad, Coque Muñiz, Carlos Cuevas, Sergio Esquivel y los hermanos Castro.

PASIÓN POR LOS FESTIVALES

Convencido de que el arte, para existir, necesita de públicos, desde hace años Maló Producciones se han centrado en los niños. Por este motivo, desde 1991, se ha realizado el festival Un Canto por la Paz’.

“Lo más importante, la fortaleza de este negocio, son los festivales de música. Hemos realizado 119 festivales que implican más de 4 mil eventos a lo largo y ancho del país. Somos la empresa que ha hecho más festivales de música de México, porque ahí llevamos nuestras fuerzas para generar estos foros para autores, compositores y para niños y jóvenes”, explica.

Malo argumenta que son pocos los foros para compositores y para escuchar temas inéditos. Además, gracias a estos festivales, los niños que tiene inquietudes por la música pueden desarrollar ese gusto.

“No tenemos festivales para los autores. Los nuevos festivales están para que brillen los artistas que invitan para jurados y no para que brillen los muchachos”, argumentó.

Con festivales como Un Canto por la paz, los niños aprenden temas originales, muestran su verdadera voz, además de que se escuchan temas inéditos y no ‘covers’.

“A los niños tenemos que ayudarlos, que si tienen un gusto por cantar lo hagan a través de ellos, no siempre imitando. Claro, siempre tenemos quien nos inspira, pero es diferente la inspiración a que tú quieras imitar. Por eso en mis festivales tienes que cantar temas inéditos, por consecuencia los niños no tienen a quién copiar y tienen que hacer ellos mismos”, explicó.

De cada festival, Maló Producciones saca un disco con 10 intérpretes jóvenes cantando 10 temas inéditos. Además, durante el festival, se realizan coros de más de mil niños acompañados con orquesta. El más reciente de estos festivales fue en 2019 y, si la pandemia lo permite, volverá
el festival a los escenarios.

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