A los 28 años, hizo historia al convertirse en la primera mujer en obtener el título de abogada por la entonces Escuela de Jurisprudencia de la UAQ, además de ser la primera mujer en titularse en cualquier disciplina por esta universidad. Su tesis, La función del juez penal mexicano ante el hombre delincuente, fue presentada el 8 de octubre de 1959.