Pirotecnia puede provocar daños auditivos

Los fuegos artificiales, símbolo de las celebraciones patrias en todo el país, llenan las calles de alegría con su estruendo. Sin embargo, sus sonidos pueden afectar la audición de las mascotas, así como de muchas personas.

Una conversación normal de dos personas alcanza los 60 dB (decibeles), el ser humano puede tolerar hasta 90 dB sin riesgo de daño. Sin embargo, cuando los niveles de ruido superan este umbral de manera repentina o constante, el oído corre el riesgo de sufrir daños irreversibles.

Se informó que los ruidos intensos y agudos producidos por los fuegos artificiales propios de esta temporada, podrían provocar distintos tipos de lesiones auditivas, como el traumatismo acústico agudo.

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El sistema de salud autidtiva Med-El señala que este tipo de lesión ocurre tras la exposición a un sonido extremadamente fuerte y breve, es capaz de resultar en hipoacusia temporal o permanente. Además, la empresa destaca la importancia de identificar los daños que pueden causar los sonidos a gran escala y actuar inmediatamente al acudir con especialistas.

En algunas ocasiones, si la explosión ocurre muy cerca de una persona, el oído está expuesto a una gran presión sonora, lo que podría provocar la perforación de la membrana timpánica y la cóclea.

Algunos síntomas que pueden aparecer después de la exposición a ruidos de gran intensidad como es la pirotecnia, se puede padecer de Tinnitus (zumbidos); sangrado en el oído; vértigo; náuseas; problemas de equilibrio; misofonía (sensibilidad a los sonidos); otalgia (dolor de oído); otorrea (secreción procedente del oído) y disminución de la audición o pérdida completa.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el estruendo de la pirotecnia tiende a alcanzar hasta 150 dB, un nivel mucho más alto de lo que el oído humano puede soportar. Los bebés y los adultos mayores son especialmente vulnerables a estos sonidos, lo que los expone a un riesgo mayor de sufrir lesiones auditivas graves.

“La exposición a la pirotecnia puede causar un trauma acústico, lo que provoca un daño inmediato y permanente en el oído medio e interno, afectando a uno o ambos oídos. El sonido entra con tal fuerza que daña las estructuras y células responsables de la audición, lo que resulta en una pérdida auditiva significativa e irreversible”.

“Es crucial consultar a especialistas ante cualquier anomalía, ya que solo ellos pueden ofrecer soluciones adecuadas, como audífonos o implantes cocleares en casos de hipoacusia profunda”, comenta la Dra. Jimena Atuán Rodas, Médico especialista en Audiología.

Con información de Juan Carlos Machorro