Como parte de su proyecto educativo nacional, José Vasconcelos facilitó los muros de diferentes instituciones públicas a grandes artistas mexicanos que poseían las influencias ideológicas y plásticas de Gerardo Murillo, Dr. Atl, quien es considerado iniciador del muralismo, pues en 1910 conformó un grupo cuya finalidad tenía gestionar muros de edificios públicos para ser pintados; no obstante, dichas intensiones se vieron frustradas por el inicio de la guerra revolucionaria; por ello, la empresa fue retomada por el proyecto educativo vasconcelista diez años después.