La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro, exhorta a la población a adoptar y reforzar las medidas preventivas ante el incremento en el número de casos de dengue en México.
Hasta el corte de 14 de noviembre de 2024, se han registrado dos mil 546 casos positivos en el estado de Querétaro. Se trata de mil 513 mujeres y mil 33 hombres:
Dos con domicilio en el municipio de Amealco de Bonfil.
220 en Arroyo Seco.
36 en Cadereyta de Montes.
Tres en Colón.
38 en Corregidora.
25 en El Marqués.
Tres en Ezequiel Montes.
Uno en Huimilpan.
267 en Jalpan de Serra.
25 en Landa de Matamoros.
Siete en Pedro Escobedo.
422 en Peñamiller.
Siete en Pinal de Amoles.
Mil 237 en Querétaro.
253 en Tolimán.
Se han registrado dos defunciones, una en el municipio de Peñamiller y una en Querétaro.
De los dos mil 546 casos, mil 992 casos son dengue no grave, 505 casos con dengue con signos de alarma y 49 casos con dengue grave. A nivel nacional, al 11 de noviembre se han reportado 105 mil 245 casos positivos de dengue y 262 defunciones por esta causa.
En el período de enero a octubre de 2024, las acciones de control de esta enfermedad que realizaron las y los trabajadores de las brigadas de vectores trabajaron en 101 localidades, teniendo un concentrado de 47 toneladas de cacharros.
Ante un caso probable de dengue se inicia con el protocolo para dar seguimiento epidemiológico y realizar la búsqueda intencionada de casos; al mismo tiempo, las brigadas de vectores realizan recorridos casa por casa para vigilar que no haya criaderos de moscos y efectúan acciones para eliminar al agente transmisor, por lo que se pide a la población permitir el acceso al personal, el cual asiste con identificación y uniforme para trabajar en las áreas en las que se localiza riesgo.
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Dentro de las acciones con mayor impacto para la prevención y el control de la enfermedad son:
Eliminar criaderos de mosquitos de la siguiente forma:
Lavar con jabón y cepillo o esponja cubetas, piletas, tinacos, cisternas, floreros y cualquier recipiente que pueda almacenar agua, en toda la superficie que ha tenido contacto con el agua.
Tapar todo recipiente que almacene agua para consumo u otras actividades.
Lavar y cambiar el agua de recipientes en un tiempo no mayor a siete días.
Voltear todos los recipientes que puedan acumular agua para que se mantengan secos. También perforar las macetas para evitar que acumulen agua.
Tirar botellas, llantas, latas y otros recipientes que puedan acumular agua y ya no se utilicen.