El Viernes Santo es una de las conmemoraciones más importantes, debido a que fue el día en el Jesucristo murió en la cruz, por lo que está prohibido comer carne. Además, según el Código de Derecho Canónico, en el canon 1251 “todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal”.