Sin lugar a dudas algo malo pasa en este momento en los cuatro puntos cardinales de los seis continentes para no decir que todo es culpa de Nicolás Maquiavelo, el filósofo político y escritor italiano considerado el padre de la Ciencia Política moderna, y si no lo creen hagamos un breve repaso al mundo.
Tras el desbarajuste de la semana pasada entre Ucrania y Rusia por el ataque ruso a tres barcos en el estrecho de Kerch el ministro de Infraestructura ucraniano Volodýmyr Borýsovych anunció que volvieron a operar sus embarcaciones en Berdiansk y Mariúpol.
De otra parte, las violentas manifestaciones del pasado fin de semana en París y otras ciudades de Francia llevaron al presidente Emmanuel Macron a dar marcha atrás para la entrada en vigor de la ecotasa, prevista para el próximo 1 de enero. El alza suponía tres céntimos de euro más sobre el precio de la gasolina y seis céntimos sobre el gasóleo.
Colombia no podía ser la excepción, y las manifestaciones son el pan diario. La más importante reúne a los estudiantes de 32 universidades públicas en anormalidad académica, de las cuales 26 están en paro, por reclamar 500 mil millones para salvar el año y asegurar vigencias futuras para garantizar que puedan operar con calidad.
En otro punto de la geografía nacional la población de Puerto Tejada no aguantó más y cerró todas las vías de acceso porque el agua tiene dos semanas que no llega al municipio y, en el colmo de las desgracias, la crisis se agravó por un derrumbe que afectó la bocatoma del municipio de más de 40 mil habitantes.
De igual manera, en la frontera de México con Estados Unidos, por el sector de Tijuana, los intentos de los migrantes centroamericanos para pasar se repiten como también el accionar de la Patrulla Fronteriza que en el otro lado de la valla saben que no pueden permitir el paso de nadie e incluso tienen permiso para disparar, según lo manifestó el presidente Donald Trump.
La pregunta del millón de dólares es saber ¿Qué harán los uniformados en caso de una emergencia?