Diana Hernández*
La gaita ha cautivado a oyentes y músicos por siglos con su capacidad única para producir un sonido continuo mientras se alimenta su bolsa de aire. Esta característica distintiva, que, alguna vez, fue considerada asombrosa, ha perdido parte de su encanto en la era de los instrumentos virtuales.
Antes, la gaita se destacaba como un instrumento excepcional debido a su habilidad para mantener una emisión sonora ininterrumpida, esto pasa porque su bolsa de aire se llena más rápido de lo que se vacía, permitiendo que el músico mantenga un flujo constante de sonido. Este fenómeno, único en la familia de los instrumentos de viento, no solo requiere habilidad técnica por parte del ejecutante, sino también un profundo conocimiento de su funcionamiento. La gaita no solo es un instrumento musical, sino un testimonio de la destreza humana y la ingeniería acústica.
Sin embargo, con el advenimiento de los instrumentos virtuales y la música digital, la continuidad sonora de la gaita ya no es tan impresionante como solía serlo. Los sintetizadores y las muestras digitales pueden generar sonidos ininterrumpidos durante periodos indefinidos con solo presionar un botón.
La tecnología ha revolucionado la producción musical y ha ampliado enormemente las posibilidades creativas que se enriquecen al reconocer los aportes únicos de instrumentos como la gaita.
*MM Tecnología Musical
Directora de Programa de la Licenciatura en Tecnología y Producción Musical