Recuerdo que hace poco alguien dijo, palabras más, palabras menos, -nosotros nos la jugamos por el Jimmy Lozano y si no funciona, nos vamos todos- y qué creen?, ya no están en la institución plumífera, entiéndase Gallos Blancos de Querétaro. Si usted es fiel seguidor del equipo y ajusta tiempos, sabrá de quién hablo. Acertó, Arturo Villanueva y Joaquín Beltrán.
Se fueron por la puerta de atrás con un proyecto heredado, al que tuvieron la posibilidad de darle continuidad y capitalizaron con el título de la Copa Mx y la Súper Copa pero que después de haber llevaron por la borda al liga 5 torneos sin calificar y sin superar los 20 puntos. Dramática situación que los llevó a una crisis de la que nunca pudieron o no tuvieron la capacidad para hacerlo.
Pongo este antecedente porque se presenta una situación similar para el equipo queretano de futbol. Hoy las coincidencias se da en el discurso del entrenador Rafael Puente del Río, quien públicamente ha dicho que si ante América su equipo no levanta, entonces dará un paso de costado. Es una frase o desafío que comúnmente termina con la separación de quien lo dijo.
Yo sinceramente siempre he creído en la continuidad y creo que Puente del Río se la ganó al llegar a liguilla el torneo pasado con un equipo más que modesto en relación a los 7 rivales que también llegaron a la fiesta grande. Sin embargo no sé si la paciencia esté de su lado.
Las circunstancias que enfrenta son complicadas; refuerzos no probados, jugadores con el compromiso caído, rivales fuertes en puerta, sistema de juego desarticulado, en pocas palabras un panorama nada halagador para quien disparó un discurso precipitado y sin análisis introspectivo. En un buen técnico que tendrá que apostar al crecimiento, a la suma de experiencia para consolidar una vida ligada al futbol.
Todo al tiempo, los jugadores deben respaldarle con una actitud ganadora, que los hechos hablen y jugar en el Estadio Azteca es como en los toros y la Plaza México, dicen los cánones, es la plaza que da y quita. La mirada del mundo está garantizada. Sí lo haces bien será un envión, si muestras poco, olvídate de un futuro promisorio.