Fernando Cásarez
Nuestro futbol ha crecido mucho las últimas tres décadas. En selecciones se tiene la segunda mayor racha activa superando la primera fase del Mundial, por detrás de Brasil, tenemos la liga mejor pagada del continente, dos títulos sub-17 y un oro olímpico. Pero también aquí los extranjeros de medio pelo les quitan el lugar a los jóvenes y habrá 19 equipos por muchas razones equivocadas el siguiente torneo.
Estamos en plena Copa de Oro, un torneo con estadios semivacíos y rivales de nivel ínfimo buscando confirmar ser “el gigante de Concacaf”. México le metió siete goles a Cuba, el tercer rival será Martinica, que no está ni afiliado a FIFA… así los rivales. Hace tres años, se enfrentó a Chile y Uruguay; hace dos, a Alemania y Portugal; hace uno, a Alemania y Brasil, y ahora tendremos un partido oficial fuera de Concacaf hasta noviembre del 2022 en Catar si todo sale bien.
La mirada en el sur es porque, a la par de nuestro flamante torneo bianual que daba pase a la ahora desaparecida Copa Confederaciones, se juega en Brasil la Copa América, torneo donde México fue protagonista durante varias ediciones. Ahora por problemas de calendario y de política con la Conmebol, el lugar que era nuestro es ocupado por Catar y Japón.
Ese roce internacional no existe. Aun así dirigentes y algunos medios venden humo y “el quinto partido”, en vez de pensar alternativas, como buscar jugar en Sudamérica. Algunos le tienen pánico a la Conmebol, aunque los últimos 30 años México le ha plantado cara a todos sus equipos y en una eliminatoria estoy seguro se clasificaría al Mundial jugando con ellos.
Es ridículo pensar que Cuba, Canadá o Martinica mejoran nuestro nivel, cuando Brasil, Argentina, Uruguay o Colombia sí son equipos de nivel. Irónicamente, nuestra liga es la que más jugadores aporta al torneo; cabe destacar que Conmebol tampoco es muy seria, ya que habrá otra Copa América en un año, por alguna razón en Colombia y Argentina, con un formato que no requiere invitados, pero los habrá y serán Catar y Australia. Entonces México jugará eliminatorias, otra Copa de Oro en dos años y la Nations League. No tendremos rivales en serio por años, pero sí mucho dinero jugando en Estados Unidos, que tristemente parece ser lo único que les importa a los dirigentes del balón.