Los modelos de paz de varios países han demostrado que pueden ser un camino de sanación
Seth Pérez
Ante los problemas de violencia extrema, existe la idea de que atrapar a todos los delincuentes solucionará la situación. Evidentemente cumplir con las leyes es parte de lo que se requiere, pero imagine usted que fuera posible. ¿Qué pasaría con los familiares de estas personas? ¿Se podría compensar el sufrimiento de las victimas y victimarios con la aplicación de la ley? El día que regresen a la calle, ¿cómo lograremos convivir todos una vez más? ¿La cárcel eliminará el odio y limpiará el sufrimiento? ¿Es posible empezar de cero?
Las experiencias de países que han sufrido violencia extrema, conflictos armados, desapariciones o matanzas por antagonismo étnico, religioso, ideológico o simplemente zonas de guerra, nos indican que los modelos de paz pueden ser un camino que sana, reconcilia y con mayores probabilidades de recuperar una nueva forma de relacionarse. Autores como Johan Galtung analizando el conflicto y la violencia estructura modelos de paz, pero poco se difunde su significado. ¿Qué buscan estos modelos? La paz parecería un concepto abstracto o hasta una utopía. Sin embargo, varios autores lo simplifican y ponen como fin una simple premisa: ante conflictos o ante los deseos humanos por conseguir algo, el objetivo es lograr la solución esperada de manera no violenta. La paz no significa que no exista el conflicto, pero no puede lograr alternativas de forma violenta o por imposición. En la experiencia de Galtung el trabajo implica involucrar a todos los actores para encontrar el problema y trazar un camino de solución. ¿Es posible en conflictos violentos?
Otros países como Colombia, Nicaragua, Afganistán y otros en África o en el Oriente Medio han experimentado procesos de construcción de paz para retornar después de conflictos armados, con cientos de muertes y destrucción, a una vida cotidiana evitando retomar las armas. Es conveniente voltear a otras latitudes para recuperar el conocimiento adquirido y esperar que posteriormente a muchos años de una escalada en el país de la delincuencia, podamos un día recuperar nuestra vida diaria sin miedo y sin violencia. Si usted ha visto o sufrido un conflicto y cargado con resentimientos, ¿es fácil comenzar de cero? ¿Qué camino debemos seguir para un nuevo comienzo?