México, el país ‘sin esperanzas’: Carlos Olguín

Sin haber cruzado siquiera la peor etapa de contagios, ya tenemos más defunciones que China por Covid-19. Con 50 mil infectados, llevamos más de 5,400 muertes al día martes 19 de mayo, es decir, tenemos una tasa de mortalidad superior al 10%.

Y lo peor es que no hay certeza ni de lo uno ni de lo otro:

No hay certeza del número de contagios porque los datos oficiales son mentiras, están amañados, tal y como lo han demostrado diversos medios de comunicación tanto nacionales como extranjeros, mismos que han tenido como respuesta ataques y denostaciones por parte del líder espiritual del país, Andrés Manuel López Obrador.

El número de defunciones tampoco sabemos de dónde lo toman, pues no hay un sitio en el que se pueda verificar, así que probablemente se tengan que multiplicar las cifras por 25, como han afirmado los expertos.

De verdad resulta aterrador hablar de una “nueva normalidad” cuando lo que importa en este momento es controlar la pandemia; es como si estuviéramos disputando un partido de fútbol en el que vamos perdiendo 5-0 y, sin importar nuestra posible derrota, ya estamos planeando el festejo. Es ridículo, ofensivo, poco empático, irresponsable, en una palabra: una locura.

Por otro lado, parece una burla el anuncio de los seguros de vida para quienes están al frente en el campo de batalla contra el Covid-19: 50 mil pesos. Sí, leyó bien, 50 mil pesos en caso de fallecimiento; lo cual es plausible pues es aportado por todos los seguros de México, ó sea, el gobierno se apropió de una iniciativa privada, y no la complementó, no hizo nada por dar cuando menos un funeral digno a los deudos, porque es para lo único que alcanzaría ese seguro: Para un funeral, de la familia de los médicos y médicas, enfermeros, camilleros, etc. No se dice nada, no hay nada que ofrecer, más que un mal entendido patriotismo.

Hoy tenemos más de 8,500 infectados del virus en la gente que se dedica al sector salud y más de 115 muertos, contabilizados hasta el 15 de mayo del presente año.

En medio de esta tragedia, MORENA, aprovecha para promover todo tipo de iniciativas transgresoras de la seguridad jurídica y que empiezan a encender los focos rojos debido a su similitud con el camino conocido por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, entre otros países que ha arrastrado a la miseria y la explotación a su gobernantes.

Ejemplo de ello es la propuesta de Ramírez Cuellar, presidente de dicho instituto político, que propone darle al INEGI acceso a la información bancaria y fiscal de los ciudadanos, invadiendo la esfera de privacidad en un franco atentado a los derechos humanos de las personas, mismo que parece tener fines confiscatorios, para “repartir” a los más pobres.

Decíamos en otra ocasión que hasta abril van más de 650 mil empleos perdidos. Sobre ello, algunos especialistas como el ex secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien debe sentirse muy aliviado de cortarlas a tiempo, pronostican que, a finales de mayo, esa cifra superará el millón 300 mil desempleados, estimación que fue corroborada en días pasados por el titular de la CONSAR durante una entrevista en ADN40, donde declaró:

“Estamos esperando un incremento muy importante. Probablemente para el mes de junio podríamos superar la cifra de 1 millón 300,000 personas que durante este año efectúen este tipo de retiros”, dijo Abraham E. Vela Dib, titular de la Consar en entrevista con Leonardo Curzio.

¿Que estamos haciendo para revertir esos efectos?: Cancelando proyectos de inversión privada, como el aeropuerto de Texcoco, cancelando y cambiando reglas de inversión como las de las energías limpias, hecha en días pasados por la SENER, que lo único que traerá como consecuencia es un daño brutal al medio ambiente, pues a esta 4T le vale un comino el medio ambiente. Su programa Sembrando Vida se trata justamente de talar de manera masiva árboles, apuesta por el carbón, por la refinería, por la mayor contaminación posible, en materia energética aumentarán los precios de las tarifas eléctricas por razones ideológicas no científicas.

Pero eso sí. con el sello de la casa: La 4T demuestra ser mucho, pero mucho más corrupta que el PRI en su peor época. Ser una gran aliada de “la mafia del poder”, con tantos escándalos que harían falta páginas para describirlos.

Mire algunos ejemplo: China Communications Construction, ganadora de la licitación por más de 15 mil 500 millones de pesos del primer tramo del Tren Maya, uno de los proyectos estrella del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, acumula acusaciones internacionales de corrupción y pago de sobornos.

Mientras que la portuguesa Mota Engil, una de las constructoras consentidas en el sexenio de Peña Nieto que, junto a China Communications, Gavil Ingeniería, Evyasa y Grupo Cosh, construirá el tramo ferroviario en consorcio, acumula más de cuatro años de retraso y un sobrecosto de 4 mil millones de pesos en la obra de la Autopista urbana Siervo de la Nación, en el Estado de México.

Las empresas más favorecidas del sexenio, las de Carlos Slim, la familia Hank González, líderes del grupo Atlacomulco Priistas, aliados de la 4T. En fin, una tras otra se han ido muriendo las esperanzas de todos y todas, sólo queda empezar de nuevo.